La Consejería de Salud niega la prohibición del uso de estos fármacos en la recogida de animales LOGROÑO 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
La familia de un operario de la perrera de Logroño no descarta denunciar a este centro tras resultar herido ayer en un brazo por el ataque de un perro, que no fue sedado ya que "desde marzo, tienen prohibido suministrar calmantes" a los animales, según dijo a Europa Press la mujer del herido, Aurora Hurtado.
Este aspecto fue negado a Europa Press por el director general de Salud Pública del Gobierno de La Rioja, José Miguel Acitores, quien indicó que lo que se ha hecho "es protocolizar el uso de los fármacos".
Según Acítores, la perrera de Logroño es un servicio que depende del Ayuntamiento de Logroño, si bien a través de un convenio la Consejería de Salud está se ocupa de la asistencia veterinaria.
La mujer del herido explicaron que el ataque se produjo ayer al mediodía, cuando el dueño de un chalé de Lardero avisó de "urgencia" a la perrera de Logroño de que su perro "le había atacado". Ante ello, el operario se desplazó a la vivienda, y una vez allí, el animal "se le soltó de la cadena y le mordió el brazo".
En ese momento, y dada la "peligrosidad" del perro, tanto el trabajador como el dueño se resguardaron en el interior del chalé. Dentro de la vivienda, avisaron a la ambulancia y a la Policía Municipal de Lardero, que abatió a tiros al perro.
Según la familia del herido, que fue operado ayer por la tarde en la clínica Quirón de Zaragoza, "antes para coger a los perros peligrosos se utilizaba un calmante, si bien hace un año al recoger a dos perros, uno de ellos murió, por lo que se sustituyó por otro, que desde el mes de marzo tiene prohibido suministrarlo". Una situación que conlleva que se apresen a los perros "con una cadena y un tiragomas, sin ningún medicamento".
Por su parte, el director general de Salud Pública, José Miguel Acitores, negó esta situación, al tiempo que explicó que en marzo del 2007 "se estableció un protocolo de actuación en la recogida de todo tipo de animales y la utilización de los fármacos que están a disposición de los veterinarios para su recogida".
Afirmó que lo que se hizo "es regular una situación" ya que los productos "no pueden ser utilizados indistintamente por una u otra persona, ya que algunos pueden requerir una valoración inmediata por parte de un veterinario".
Acitores explicó que lo que se ha hecho "es regular el procedimiento de utilización de fármacos, y no impedir que se usen los fármacos sino que se utilicen de acuerdo a su calificación. Matizó que "no había un protocolo de utilización, que conllevaba que se utilizarán fármacos diferentes en la recogida de animales".
Por ello se "protocolizó, de acuerdo a su calificación", así como otros aspectos "como quien los puede utilizar, y cual es el procedimiento de aplicación".