LOGROÑO 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio Fiscal pide seis años de cárcel a un acusado de un delito de violencia familiar y otro de detención ilegal a los que sometió a su compañera sentimental. Presuntamente O.D.L, de 26 años, nacido en Logroño, y sin antecedentes penales, tras discutir con su compañera la golpeo repetidamente y la encerró en el domicilio compartido, hasta que fue rescatada por los bomberos y la Policía Nacional.
La Audiencia Provincial de La Rioja juzgará el martes, 28 de marzo, unos hechos que se remontan a las 23:30 horas del día 5 de febrero del 2005. Según el escrito de la Fiscalía, en aquella fecha, cuando ambos se encontraban en el domicilio compartido, la víctima "no supo decirle" al acusado "dónde se encontraban unas llaves del vehículo", momento en que éste "empezó a preguntarle dónde y con quién había estado", a la vez que le decía "eres una puta, qué te crees tú, que es mi casa"; seguidamente, le pidió a la víctima que le devolviera las llaves del domicilio, lo que ésta hizo.
Cuando la compañera sentimental del acusado se disponía a salir de casa, según esta misma fuente, el acusado la agarró fuertemente del pelo, la arrastró a una habitación, la lanzó contra los muebles y empezó a "darle puñetazos por todo el cuerpo y en la cara, a morderle cara y manos, a abrirle con fuerza las mandíbulas" momento en que la víctima "le mordió para soltarse".
Seguidamente, el acusado se marchó de casa, la víctima telefoneó al Servicio de Urgencias 112 y, al regresar en ese punto el acusado y encontrar a su compañera realizando la llamada, "le arrancó el telefono fijo con las manos y le golpeó en la cabeza con el auricular".
La víctima en ese momento huyó hasta una habitación, perseguida por el agresor, que continuó golpeándola: mientras la víctima esgrimía otro para defenderse, el acusado cogió un cuchillo, con el que llegó a pincharle en el vientre, produciéndole una excoriación en la región infraumbilical, para seguidamente el acusado "comenzar a autolesionarse"; luego éste le arrojó a la cabeza una mochila de discos compactos, lo que le hizo perder momentáneamente el conocimiento a su compañera.
Tras ello, según el escrito de la Fiscalía, el acusado cogió sus llaves y la de la víctima, así como el auricular del teléfono fijo, para que "ésta no pudiera utilizarlo", cerró con llave la puerta del domicilio y se fue.
Cuando la víctima volvió en sí, sangraba por la nariz y por la boca, y comprobó que el acusado se había marchado, por lo que trató de salir del piso "algo que no logró al encontrase la puerta cerrada con llave", tras ello se dirigió al teléfono fijo, cuyo auricular había sido quitado por el acusado, y pudo demandar auxilio a través de su teléfono móvil, que "había escondido debajo de un armario", al Servicio de Urgencias 112.
Minutos después, llegaron al lugar dotaciones de Policía Nacional, que vieron a la víctima asomada al patio de luces desde el piso 12, quien les manifestó que "su novio la había dejado herida y aislada dentro de la vivienda, al haberse llevado las llaves; igualmente les indicó que había sufrido un desvanecimiento y que estaba embarazada y mareada tras la agresión".
Según la misma fuente les dijo a los agentes que "mi novio me va a matar esta vez, tengo mucho miedo si no me sacan de aquí", momento en que se introdujo en la vivienda, y ante su "falta de respuesta", los agentes "temieron que su salud pudiera peligrar" por lo que dieron aviso a los bomberos para lograr acceder a la vivienda.
Una vez éstos abrieron la puerta, se encontraron a la víctima "con un alto grado de nerviosismo", tumbada en el sofá y sangrando por la boca y con el rostro hinchado por los golpes recibidos; mostraba un hematoma en la mejilla derecha, erosión en el labio inferior, erosiones múltiples en las manos y erosión con inflamación en el ojo derecho.
Posteriormente los agentes precintaron el domicilio y, al regresar el acusado sobre las 04:00 horas y ver el aviso que le habían dejado, acudió a las 04:25 horas a la Jefatura Superior de Policía, donde fue detenido; el acusado entregó en dicho acto el auricular del teléfono fijo que se habían llevado del piso, así como el juego de llaves de la víctima, con manchas de sangre.
Tras el reconocimiento médico, la víctima presentaba diversas heridas que curaron con primera asistencia facultativa en siete días, sin incapacidad.
Para el Fiscal, los hechos narrados constituyen dos delitos, uno de violencia familiar y otro de detención ilegal. Considera al acusado, O.D.L, responsable en concepto de autor de los dos delitos.
En su opinión, procede imponer al acusado un año de prisión, por el delito de violencia familiar, así como imposibilidad de comunicación con la víctima por tres años, y otros cinco años por el delito de detención ilegal.