"Una persona hiperconectada destruye el entorno, familiar y laboral"

Una persona teletrabaja en la cocina de su domicilio
Una persona teletrabaja en la cocina de su domicilio - Eduardo Parra - Europa Press
Publicado: sábado, 1 enero 2022 13:13

   Un investigador de la UNIR asegura que todas las desventajas del trabajo on line "bien gestionadas" se convierten en ventajas

   LOGROÑO, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Guillermo García ha señalado hoy que el teletrabajo, bien gestionado, es una "herramienta fundamental"; pero ha alertado de que "una personas hiperconectada destruye el entorno, familiar y laboral".

   La pandemia ha acelerado el teletrabajo y, a día de hoy, son muchos los empleados que han trasladado su puesto de trabajo al hogar en el que residen. Una situación con desventajas que, "bien gestionadas", pueden convertirse en ventajas y ante la que existe un peligro: no desconectar.

   García, investigador principal del grupo 'Trabajo líquido y riesgos emergentes de la sociedad de la información' de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha explicado, en una entrevista a Europa Press, que el teletrabajo tiene dos tipos de riesgos específicos.

   En primer lugar, físicos que, en este caso, son ergonómicos (por las posturas) con dolores en el cuello, y visuales. Son los riesgos "visibles, evidentes".

   Pero, además, hay unos riesgos psicosociales, más ocultos, alrededor del tecnoestrés, tecnoadiccion y a un conflicto de rol en tu vivienda. Todo ello está ligado a la hiperconectividad y falta de separación entre el tiempo, y el espacio, privados y de trabajo.

   El investigador ha advertido de que hay "dos variables" para que esto ocurra, dado que depende tanto del trabajador como de la empresa y "ambos tienen que colaborar".

   Así, la empresa debe facilitar horarios y medios, además de formación y contar con una política de desconexión; y el trabajador debe "autoregularse".

   Medidas "básicas" son establecer una hora de inicio y otra de finalización; y tener en casa, dentro de lo que cabe, espacios diferenciados.

   También, "auque sea unas horas, crear una barrera mecánica, cerrando el ordenador y poniéndolo donde no se pueda abrir".

   García ha señalado que siempre se piensa en una relación vertical, para la hiperconexión, en la que es el que jefe el que manda correos, o WhatsApp (que son "más invasivos") a deshoras pero muchas veces es horizontal dado que es un compañero el que lo hace.

   Ya había estudios previos a la pandemia, como el del grupo de investigación UNIR que se centró en población de La Rioja y Madrid, que demostraron que en el trabajador tecnológico hay "cierta tensión y ansiedad", algo que se incrementa si no se ha recibido formación. Se une el "miedo a no poder conectarse" y eso genera "irritabilidad".

   "Cada vez hay mayor estrés porque falta un proceso formativo", ha dicho al tiempo que ha indicado que el problema se abordaría de raiz con una campaña de educación y sensibilización sobre el uso racional de las tecnologías de la información y comunicación.

   Legislativamente se han puesto en marcha políticas de desconexión digital y hay "ejemplos positivos" como no permitir correos, o mensajes, a determinada hora. Porque la desconexión es contar con un periodo de horas "totalmente ajeno al ámbito laboral".

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