Un proyecto de Jacobo Bouzada convertirá las Escuelas Trevijano en un museo abierto al Revellín y Valbuena

Actualizado: martes, 28 febrero 2006 15:05

Se plantea un presupuesto inicial de 2,8 millones, con una ejecución que comenzará en verano y finalizará en primavera de 2007

LOGROÑO, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un proyecto del arquitecto gallego afincado en Madrid Jacobo Bouzada convertirá las Escuelas Trevijano en un nuevo edificio, en el que se mantendrá la fachada original, para albergar el centro de interpretación del PERI Excuevas-Cuarteles, y que se plantea abierto al gran espacio arqueológico que formarán el Revellín y las excavaciones de Valbuena.

Los concejales de Casco Antiguo, Conrado Escobar; Desarrollo Urbano, José Musitu; y Cultura, Javier García Turza, presentaron hoy el proyecto, que ha resultado ganador en el concurso convocado para ello. Se presentaron tres propuestas, una de un equipo de Logroño y otras dos de fuera.

El primer premio, el encargo de la redacción definitiva del proyecto, recayó en el equipo de Bouzada, mientras que el segundo y tercer premio quedaron desiertos y se decidió otorgar un accésit de 2.000 euros al proyecto presentado por el equipo encabezado por el arquitecto Stefan Andreas Häring.

Escobar recalcó que, para el jurado -que se reunió el viernes bajo la presidencia del alcalde de Logroño, Julio Revuelta-, "este proyecto permite resolver de forma satisfactoria la armónica conexión con las excavaciones, la Plaza de Murrieta, el Revellín y el Parque del Ebro; conecta con una arteria vital como es la calle Portales; salda una deuda pendiente con la muralla; y se abren espacios nuevos de paseo, manteniendo elementos valiosos del patrimonio".

Por su parte, Musitu detalló que se valoró especialmente del proyecto "que, respetando los valores emocionales del edificio, posibilita su mejor utilización", a lo que se suma "que incluye la penetración de la plaza adjunta en el propio edificio", además de dar soluciones a la visita de las excavaciones.

En este sentido, distinguió tres actuaciones: la urbanización, "en la que se plantea hacer semipeatonal la calle 11 de Junio, sumándola a la calle Portales, y creando una gran plaza en la que se integran las Escuelas, el Centro Ibercaja y la sala Amós Salvador".

Se dará a toda la zona un tratamiento de pavimento adoquinado de granito, para una circulación más lenta, y se contará con un aparcamiento "que se hundirá un metro y medio respecto al resto del suelo, para que los coches no impidan los usos y las vistas de la plaza y de las excavaciones".

En el caso del edificio, "que fue lo más valorado por el jurado", se mantendrá y rehabilitará la fachada y los dos laterales "dando luego lugar a un nuevo volumen de 2 alturas, con una estructura diáfana y limpia; es un edificio en el que se mete la propia plaza". Con este fin, la planta baja estará acristalada y la primera planta albergará "el resto de la exposición o proyecciones".

"La virtud -dijo Musitu- es que se mantienen las fachadas y lo que hoy es una trasera horrorosa, se recupera para dar acceso a la plaza". Además, en tercer lugar, el proyecto recoge los recorridos por la zona arqueológica, con un circuito de pasarelas de madera, a las que se llega desde el Cubo del Revellín, "levantando ligeramente la calle Norte para que esté todo al mismo nivel".

En esta zona, que también garantiza el acceso "libre al parque fluvial del Ebro", se plantea la construcción de tres atalayas para la observación de las ruinas de Valbuena, "que se prevén con forma singular, de estructura muy ligera, de vidrio y acero", con zonas espejadas, "para poder ver los restos desde otro punto de vista".

En el proyecto, que ahora deberá redactarse de forma definitiva, se plantea como presupuesto inicial de todos los trabajos 2,8 millones de euros, con una previsión de obras, según dijo Escobar, "de acuerdo con lo previsto, comenzar sobre junio o julio y terminar en la primavera de 2007".