La Rioja es una de las comunidades con mayor cobertura en citología, según un estudio

Europa Press La Rioja
Actualizado: sábado, 14 enero 2006 11:39

Mujeres mayores de 55, de zonas rurales y clases desfavorecidas; perfil de las que no se someten adecuadamente a citologías en España

MADRID/LOGROÑO, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Rioja, junto con Canarias, Madrid y Asturias son las comunidades con mayor cobertura en citologías, según se pone de manifiesto en el estudio Afrodita, en el que se asegura que hay una cobertura desigual del cribado de cáncer de cuello uterino en España, ya que, aunque la general se acerca a la óptima del 80 por ciento, existen comunidades autónomas donde la cifra se aleja bastante de este resultado.

Así, las cifras oscilan entre una cobertura citológica del 85,3 por ciento de las mujeres en Canarias en los últimos cinco años hasta el 58,3 por ciento de cobertura en Extremadura. Además de Canarias, las comunidades autónomas con una mayor cobertura de cribado de cáncer de cuello de útero son Madrid, La Rioja y Asturias. En el otro extremo se encuentran, además de Extremadura, las comunidades de Andalucía y Castilla-la Mancha.

El estudio, presentado en Madrid, está basado en una encuesta a 6.852 mujeres de entre 18 y 70 años, de 17 comunidades autónomas. En España, el cáncer de cuello uterino afecta a 2.100 mujeres cada año, de las que aproximadamente 740 mueren. El diagnóstico precoz de las lesiones precancerosas sólo se puede detectar mediante la citología vaginal o técnica de Papanicolau.

En él se asegura que las mujeres españolas mayores de 55 años, aquellas que viven en zonas rurales y las de niveles sociales menos privilegiados no se someten a las citologías con la periodicidad suficiente para prevenir el cáncer de cuello uterino.

Aunque se realiza un elevado número de citologías en España, todavía hay cerca de un 20 por ciento de mujeres que no se ha hecho nunca esta prueba. Aunque las tasas de incidencia de este tipo de cáncer en nuestro país son de las más bajas de Europa, el jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona y coordinador de este proyecto, Luis María Puig-Tintoré, señaló hoy en Madrid que "el cáncer de cuello de útero no ha desaparecido en España a pesar de que se está haciendo cribado y que incluso ha aumentado el número de casos en los últimos años.

DETECCIÓN DE CAMBIOS PRECANCEROSOS

La citología o test de Papanicolau se basa en el estudio morfológico de células obtenidas del cuello del útero (epitelio cervical) para detectar posibles cambios precancerosos en el cervix o cuello del útero. Es una prueba que conlleva muy pocas molestias y que se suele realizar en los exámenes ginecológicos rutinarios.

Las diferentes sociedades médicas (Sociedad Española de Patología Cervical y Colposcopia, Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y Sociedad Española de Citología) recomiendan de manera consensuada realizarse la primera citología a los tres años después del inicio de las relaciones sexuales o a partir de los 25 años. La frecuencia más recomendada para la repetición de la prueba es cada tres años, tras dos exámenes anuales con resultados normales. Una periodicidad inferior aporta escasos beneficios e incrementa notablemente los costes.

LUGAR DE RESIDENCIA Y EDAD

Por último, el residir o no es una ciudad favorece el cribado de cáncer de cuello uterino. El 61,1 por ciento de las mujeres de pueblos con menos de 5.000 habitantes se han practicado una citología alguna vez, frente al 77,6 por ciento de las de municipios con más de 200.000 habitantes.

Además del lugar de residencia, la edad también influye en el cribado del también conocido como cáncer cervical. Así, mientras que un 77 por ciento de las mujeres de entre 26 y 35 años se han realizado una citología, el porcentaje aumenta a 84 por ciento en el tramo de edad de entre 36 y 55 años y disminuye al 63 por ciento en las mujeres de más de 55 años.

También se observan diferencias respecto a la frecuencia de realización de las citologías. Mientras que el 41 por ciento de las encuestadas se habían sometido a la prueba hace menos de un año, el 69 por ciento se la habían hecho en los últimos tres años y el 73 por ciento en los últimos cinco años.

La clase social también resultó ser un factor influyente en la realización de citologías. Según pone de manifiesto el estudio Afrodita, el 59 por ciento de las mujeres situadas en el nivel más bajo de la escala social se habían realizado alguna vez una citología frente al 83 por ciento en el nivel más alto.

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