LOGROÑO 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sala Amós Salvador de Logroño acoge desde hoy y hasta el próximo 7 de marzo la evolución de las ciudades de China en la muestra 'La gran ciudad en la China actual', que recoge 32 fotografías de gran formato obra del artista José Manuel Ballester.
La exposición, que se presenta cuando el gigante oriental celebra el 60 aniversario de la fundación de la República Popular China, plantea la expansión del paisaje urbano en un país que, rápidamente, se está adaptando a la economía de mercado.
Así, en una visión casi romántica y con muchas luces y sombras, el fotógrafo recoge una serie de grandes edificios, en los que se refleja el trabajo de los más importantes arquitectos internacionales, como Herzog&de Meuron, Rem Koolhass, Paul Andreu o Arata Isozaki, entre otros, así como de los más destacados arquitectos chinos.
Especial atención se presta en la muestra a los edificios construidos en Pekín con motivo de los Juegos Olímpicos de 2008, como la Piscina Olímpica, el edificio de la prensa internacional, el estadio olimpico conocido como 'El Nido' o las oficinas centrales de la televisión central del país.
Además, se presentan una serie de destacadas construcciones, como el Teatro Nacional, el New CAFA (Museum of Central Academy of Fine Arts) o el MOMA, un complejo residencial compuesto por 8 torres interconectadas entre sí.
Ballester, en su obra, fotografía interiores, el proceso de construcción y espectaculares vistas nocturnas, además de varios espacios interiores. En sus palabras, "China es un gran laboratorio ideal para el desarrollo de la nueva arquitectura, allí se están aplicando nuevas fórmulas que responden al modelo de globalización que se ha ido imponiendo en el mundo de las últimas décadas".
En la presentación de la exposición, el artista incidió en su interés general por la arquitectura, "que ha sido mi 'pretexto', es la escenografía donde se desarrolla el teatro del ser humano y de la vida; cada pintura o cada foto deja presente la huella de la arquitectura que la rodea".
"A través de la arquitectura se puede hacer un gran análisis de la sociedad. No me interesa mucho el retrato, en esta muestra he intentado hacer no tanto un cuaderno de viaje como una reflexión sobre el individuo", aseguró Ballester, quien resaltó su interés por el proceso de construcción de los edificios.
Para él, la obra "es como un campo de batalla, en una construcción pasan muchas cosas desde que se tiene el proyecto hasta que se termina el edificio, hay una gran tensión, se establecen jerarquías, es un proceso muy interesante". "El fotógrafo utiliza siempre el mismo mecanismo de trabajo, lo que varía y le da personalidad es la selección en los motivos o en los sistemas compositivos que se representan", finalizó.