Sevilla culpa de la situación actual a la "demonización del Estado" y haber sido "naifs" con la globalización

El exministro de Administraciones Públicas y presidente del Consejo Social de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Jordi Sevilla

- UNIR

   LOGROÑO, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El exministro de Administraciones Públicas y presidente del Consejo Social de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Jordi Sevilla, ha culpado hoy de la situación actual a la "demonización del Estado" y haber sido "naifs" con la globalización.

   Sevilla ha reflexionado en el Aula UNIR sobre el contexto geopolítico y económico actual preguntándose "qué hemos hecho para merecer esto", cuando "caídos el Muro de Berlín y el comunismo parecía que todo iba a ir bien y, ahora, estamos más cerca de una distopía que de otra situación".

   A su juicio, "fallaron varias cosas", empezando por la "demonización del Estado que se hizo". Más adelante, ha añadido, con las dos crisis de este siglo (la de 2008 y la de la pandemia) "se demostró que el Estado podía ser la solución a algunos problemas".

   Esto, ha visto, "nos obliga a planear, de una manera diferente, la relación entre lo público y el privado, el Estado y el mercado".

   La segunda, que "se nos dijo que la globalización nos iba a hacer más ricos a todo el mundo" e iba a ir "en beneficio de todo el mundo" y, además, "iba a generar una estrecha relación entre los países que reduciría las tensiones, los conflictos y la situación de guerra".

   Sin embargo, "vemos que eso no es así; Putin está invadiendo Ucrania y el líder chino ha dicho que él quiere unificar Taiwan y si hace falta por la guerra, por la guerra".

   Así, ha visto: "Hemos sido muy naifs con la globalización, primando una globalización que ha favorecido mucho más a las empresas que a los ciudadanos".

   A consecuencia de esto, "nos hemos dado cuenta de que había damnificados por la globalización a los que, hasta ahora, no les habíamos tenido en cuenta y lo hemos visto cuando se han cabreado, han cortado carreteras o votado a Trump o a la extrema derecha".

   A esto ha unido "la idea de que habíamos acabado con el conflicto social"; cuando "no es la realidad con la que nos estamos encontrando" y la desigualdad es "uno de los principales problemas".

   Por tanto, "la evidencia de que el ascensor social no funciona, y la meritocracia no está siendo la respuesta que esta sociedad está siendo capaz de dar a los jóvenes, están generando un nivel de malestar muy alto".

   A su juicio, es "obligatorio" poner esto de relieve para poner en marcha políticas "distintas", de "recuperación del papel del Estado, del ascensor social y que incorporen la seguridad estratégica dentro de la globalización".