Ulecia ve "singulares" las explosiones en cajeros de Logroño y Albelda y las atribuye a "delincuencia común"

Actualizado: viernes, 1 diciembre 2006 18:23

LOGROÑO, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

El delegado del Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia, calificó hoy como "extrañas y singulares" las explosiones de pequeños artefactos incendiarios registradas anoche en dos cajeros de Logroño y de la cercana localidad de Albelda, y las atribuyó a "delincuencia común", descartando cualquier móvil terrorista en los sucesos.

Ulecia, que se reunió esta mañana para analizar lo sucedido con el jefe de la Policía Nacional y con el comandante de la Guardia Civil en La Rioja, explicó a Europa Press que, tras las explosiones, "se recogieron en los lugares de los hechos diferentes restos, que están siendo analizados".

Una vez que se finalicen esos análisis, "que queremos que sea lo antes posible" se espera contar, según apuntó el delegado, "con datos suficientes que nos permitan detener a los culpables". Afirmó que "esto va más allá que una gamberrada".

En este sentido, indicó que los causantes de las explosiones y de los fuegos posteriores -que ocasionaron sólo daños materiales de escasa consideración en el interior de los cajeros- "tenían un objetivo y perseguían determinadas cosas", si bien declinó ahondar en el tema "para no entorpecer el desarrollo de las investigaciones policiales, que continúan de forma intensa".

El primero de los fuegos se originó sobre las 21:44 horas en el cajero automático de Caja Laboral situado entre las calles Vara de Rey y Miguel Villanueva, en pleno centro de Logroño.No hubo daños personales, y sólo incendió el falso techo del cajero.

El segundo caso, en la localidad de Albelda, cercana a la capital, se produjo sobre las 22:08 horas, en el cajero de Ibercaja situado en la calle Pedro José Trevijano, en el que resultó dañada una luna de la instalación, además de otros pequeños daños materiales.

En ambos casos, según el delegado, se utilizaron "pequeñas bombonas de soldadura, del tamaño de un melón, envueltas en tejidos y papeles impregnados con gasolina, que, al incendiarse, originan una explosión de muy poca intensidad". "Se trata de un hecho delictivo común, extraño y singular, pero común", finalizó Ulecia.