MADRID 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 97 por ciento del alumbrado público de las calles y plazas de Madrid (222.664 de las 229.209 luminarias que existen en los viales y pasos inferiores de la ciudad) utilizan para su funcionamiento sodio de alta presión, la fuente de luz más eficiente para evitar la contaminación lumínica, según datos facilitados hoy por el Ayuntamiento.
La Administración local de la capital ha invertido más de 2,8 millones de euros desde el año 2003 en la lucha contra este problema, lo que se ha traducido en los tres últimos años en la sustitución de 73.000 luminarias.
El Área de Gobierno de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad se encarga también de la conservación de las más de 18.000 luminarias que iluminan parques, fuentes y monumentos. De éstas, algo más de 1.500 son de sodio de alta presión; unas 1.600 de vapor de mercurio, y el resto son lámparas de incandescencia o fluorescencia. Estas últimas sólo se utilizan en fuentes y monumentos por su mayor reproducción cromática y con el fin de resaltar los elementos de la ciudad que, por sus características o por las condiciones técnicas de la instalación, lo requieren.
LÍMITES DE EMISIÓN
El programa de sustitución de luminarias afecta a aquéllas cuyo flujo de emisión de luz al hemisferio superior o por encima de la horizontal no cumple con la normativa municipal, que en la actualidad limita al 5 por ciento ese nivel máximo de emisión, un valor mucho más restrictivo que el recomendado por los organismos nacionales e internacionales, que fijan dicho límite en el 25 por ciento para un núcleo urbano como Madrid.
El fin de esta medida no es otro que minimizar el brillo proyectado hacia el cielo. Así, se elaboró un programa de renovación periódica de viejas luminarias o globos que no cumplían con estos requisitos. Este proyecto afectaba a unas 73.000 luminarias, de las que únicamente quedan 18.000 por sustituir del tipo globo.