MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Uno de los cuatro acusados de extorsionar a más de 100 personas en nombre de ETA en 2008, haciéndose pasar por miembros de esta banda terrorista, se ha desvinculado de los hechos, al asegurar que es "un empresario de éxito" con una situación financiera saneada y ha culpado a su exmujer, que vive en República Dominicana, a quien ha acusado del envío de las misivas dirigidas a empresarios.
Un Jurado Popular ha comenzado a juzgar a Jorge G, Massiel T. y Michael P. por un delito continuado de amenazas que habrían cometido en 2008 contra 100 empresarios de toda España, a quienes exigían hasta 50.000 euros por ser responsables del conflicto entre Euskal Herria y el Estado español. Mañana declarará el resto de los acusados y comenzarán a testificar las víctimas.
La Fiscalía de Madrid solicita que los procesados afronten penas que oscilan entre los tres años y veinte meses de prisión. En la primera sesión, ha declarado Jorge G. y las partes han expuesto sus alegatos previos al juicio y las cuestiones previas.
En su declaración, el procesado ha negado los hechos que se le imputan desde 2008. "Yo me solidarizo con las personas que recibieron esas cartas. No debe ser agradable recibirlas. No tengo nada que ver y Dios me libre de hacer algo así", ha aseverado.
En su interrogatorio, la fiscal le ha preguntado acerca de los objetos encontrados en la entrada y registro de las oficinas de su empresa en la capital, una diligencia que se practicó el 16 de enero de 2008. La Policía halló en uno de los cajones un teléfono de marca Nokia, del que supuestamente habrían salido unos mensajes amenazantes enviados a las víctimas.
En las cuestiones previas, la defensa de Jorge G. ha aportado documentación sobre la empresa de su cliente, pero el tribunal ha rechazado incluirla en la causa. La fiscal del caso ha criticado que su abogado utilice la supuesta honorabilidad de su patrocinado como argumento para desvincularle de los hechos, haciendo alusión ésta a imputados de esperas adineradas.
"Aquí ha sucedido algo parecido a Mortadelo y Filemón. Cómo va a poner su propio portal de edificio como entrega del dinero. Y que encima el cobro lo recojan dos personas brasileñas que no tienen nada que ver con ellos y que estaban trabajando en una obra", ha señalado el abogado de Jorge, quien ha responsabilizado de los hechos a la exmujer de su cliente y su pareja.
Así, ha señalado al tribunal que el móvil de su exmujer para cometer estos hechos juzgados está claro, ya que era una persona "muy celosa" y quería vengarse porque éste no canceló la hipoteca que los dos debían pagar tras separarse.
Por su parte, el letrado de Michael ha señalado que su cliente acudió el 15 de enero de 2008 a El Escorial a barnizar unas escaleras de una comunidad de vecinos y que en un momento determinado entró con su compañero al cuarto de la basura para orinar. Precisamente, en este cuarto se iba a materializar el cobro.
HECHOS JUZGADOS
Según el fiscal, los acusados acordaron remitir cartas con el anagrama de la organización terrorista ETA a una serie de empresarios. En las misivas exigían determinadas sumas de dinero por "considerarles responsables de la situación actual del conflicto entre Euskal Herria y el Estado español", advirtiendo de que si no pagaban serían objetivos de "su acción armada con todo lo que ello conllevaba".
Así, en las cartas aparecía un teléfono móvil al que debían enviar un SMS para recibir instrucciones supuestamente de la banda terrorista. Las cartas, con matasellos de Madrid, se mandaron con fecha 8 de enero de 2008 y el 2 de enero de ese año a un total de 100 empresarios. Les exigían cantidades de 15.000 euros con carácter general y en determinado supuestos 50.000 euros o 20.000 euros.
El 15 de enero de 2008 se estableció un dispositivo con motivo de una supuesta entrega de dinero por parte de una de las personas extorsionadas. En la entrega, tres de los acusados fueron detenidos por la Policía