MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los agentes tutores de la Policía Municipal de Madrid, encargados de la vigilancia en torno a los colegios e institutos, cumple este año una década de vida, con una progresivo aumento de trabajo, puesto que sólo en 2011 han cursado un total de 3.000 expedientes, según datos del Cuerpo.
Entre las intervenciones realizadas el año pasado cabe destacar las realizadas en materia de absentismo escolar, los 295 casos detectados y reconducidos, o los 955 expedientes judicializados a través de la Fiscalía de Menores.
Igualmente y en materia de protección de menores, sobre todo en el disfrute de su tiempo libre, más allá de su entorno escolar, es reseñable la inspección policial llevada a cabo sobre los locales comerciales y recreativos, donde se han denunciado más de 40 por venta de alcohol a menores, o las 800 actas de tenencia y consumo de estupefacientes realizadas.
A lo largo de 2011 los agentes tutores de distrito han impartido 512 charlas en centros escolares de la capital, una cifra que dobla la del año anterior, cuando la labor de estos agentes fue reconocida por UNICEF que les concedió el premio Educación en Valores.
El mérito atribuido a estos agentes era el de jugar un importante papel en la lucha contra la droga y el fomento de valores como la solidaridad, la convivencia y el esfuerzo. Durante 365 días al año y 24 horas al día, sus agentes procuran la integración de menores conflictivos en el entorno escolar y han intervenido en la mediación de conflictos, así como en la atención y protección para ellos y sus familias.
La figura del agente tutor de la Policía Municipal se instituyó en 2002. Desde entonces se ha llevado a cabo una intensa labor de prevención y vigilancia policial ante situaciones de riesgo para los menores: seguimiento del absentismo escolar, mendicidad ejercida por menores o por adultos con menores, prostitución infantil, situaciones de desamparo y explotación laboral de menores, violencia dentro del entorno familiar o fuera de la familia, tráfico o consumo de estupefacientes, y todas aquellas situaciones que pongan en peligro la integridad física o moral de los menores.
Dado el trabajo que han desarrollado, el pasado mes de octubre se recogió por escrito su compromiso con la atención y protección al menor mediante la firma de un convenio suscrito por el delegado del Área de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, y el Defensor del Menor.
