Aguirre critica que los "buenistas" crean que van a acabar con la prostitución penalizando al cliente

Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 8 septiembre 2009 22:07

MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, criticó hoy a los "buenistas" que consideran que pueden acabar con la prostitución penalizando a los clientes y clientas, en relación a las ordenanzas que muchos ayuntamientos, entre ellos, el de Madrid, gobernado por su compañero de partido, Alberto Ruiz-Gallardón, tienen para regular este ejercicio en vía pública.

"Las buenistas y los buenistas al uso han decidido que ellos van a acabar con la prostitución por el procedimiento de penalizar o multar al cliente o clienta", señaló Aguirre mientras se mostraba a favor de la regulación de la prostitución en una entrevista con Onda Cero, recogida por Europa Press.

Aguirre, que aseguró no querer abrir ningún debate, recordó que su postura es la que mantiene desde hace 25 años, y que incluso cuando ella estaba de concejala en el Ayuntamiento de la capital en la oposición, presentó una moción al respecto porque considera que el ejercicio de la prostitución "no es tolerable".

La jefa del Ejecutivo, que aclaró que "sólo hay que mirar los periódicos" para darse cuenta de que la prostitución no es cuestión de género, apuntó que la regulación sería algo "positivo" porque se llevaría el ejercicio a un local cerrado, se prohibiría el proxenetismo, y se acabaría con la esclavitud "que en muchos casos se dan, sobre todo, con los prostitutos y prostitutas extranjeras".

"Siempre lo he pedido", insistió Aguirre, quien señaló que la última vez que ese tema salió, "los buenistas se impusieron en el Congreso de los Diputados y decretaron que el 90 por ciento de las prostitutas eran obligadas a prostituirse y que, por lo tanto, había que liberarlas de si mismas".

La presidenta reconoció que le gustaría que se regulara este ejercicio para evitar la prostitución callejera y "la invasión de muchas calles", como en el caso de Madrid, la calle Montera, o en el caso de Barcelona, el barrio de la Boquería. "Me parece que el sistema de no regularla durante cuarenta años, no solamente no ha mejorado sino que ha empeorado la situación", concluyó.

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