MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, colocaron hoy de manera simbólica el último tornillo de la nueva catenaria rígida de la línea 6 de Metro, que tras tres meses cerrada por tramos debido a las obras de remodelación, se reabre el próximo lunes.
Como si de dos operarios más se trataran, se subieron a una dresina (máquina de mantenimiento que funciona con gasóleo) para colocar en la estación de Avenida de América el último tramo de esta instalación, que, en palabras de Aguirre, "es más eficiente desde el punto de vista energético, permiten que los trenes circulen más rápidamente y tienen un coste de mantenimiento inferior" que la antigua.
Con una inversión de 27 millones de euros, cofinanciados a partes iguales por el Ayuntamiento y la Comunidad a través del Consorcio Regional de Transportes, 80 personas han estado trabajando desde el pasado mes de junio para cambiar la instalación eléctrica de la línea circular, la "favorita", según Aguirre, para muchos madrileños, y que da servicio diario a 320.000 personas, lo que se traduce en 120 millones a lo largo de todo el año.
A pesar de que casi todos los trabajos están terminados, la línea no volverá a funcionar en su totalidad hasta el próximo lunes. No obstante, a lo largo del verano los trabajos han ido más rápido de lo que se pensaba y han permitido reabrir algunos de los tramos antes de tiempo, como el comprendido entre Legazpi y Conde de Casal, que se reabrió el pasado lunes.
Con la presencia, por primera vez, del nuevo presidente de Metro, Juan Bravo, y del consejero delegado, Ignacio González, ambos dirigentes destacaron el esfuerzo conjunto que están haciendo ambas administraciones para que el Metro sea uno de los más eficientes y modernos del mundo.
De hecho, el alcalde de Madrid recordó que su esfuerzo ya viene de hace 14 años, en 1995, cuando como presidente de la Comunidad consiguió duplicar la red de Metro con nuevas estaciones e iniciaron su camino para mejorar los niveles de "accesibilidad, seguridad y fiabilidad". En ello, ha tenido mucho que ver la propia empresa Metro que ha trabajado por sacar sus propios proyectos, como el de la catenaria, que está patentada por la compañía del suburbano madrileño.
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