Actualizado: martes, 14 septiembre 2010 16:42

MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha realizado hoy un balance de sus siete años de gobierno durante el Debate sobre el estado de la Región en el Parlamento autonómico dando la bienvenida al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "a las filas de la ortodoxia" de la política liberal, pues a su juicio, el presidente se ha visto obligado a rectificar porque sólo las recetas aplicadas por su Ejecutivo han demostrado ser eficaces durante la crisis.

Durante su discurso, en el que un año más ha utilizado teleprompter, Aguirre ha señalado que "el señor Zapatero, con sus últimas medidas, ha venido a dar la razón a este Gobierno de la Comunidad de Madrid, que lleva siete años preconizando medidas de ahorro, de austeridad, de contención del déficit, de reducción del peso del sector público".

Por este motivo, la presidenta consideró que los socialistas de la Asamblea madrileña tienen ahora muy difícil criticar a su Gobierno, "pues su líder es el que, en una pirueta política sin precedentes, se ha presentado a sí mismo una enmienda a la totalidad y se ha alineado con algunas de las líneas maestras" del Gobierno en Madrid.

"No seré yo la que se oponga radicalmente a las medidas de los socialistas conversos, les doy la bienvenida a las filas de la ortodoxia", ha señalado, al tiempo que ha celebrado que el Gobierno del PSOE, si quiere salir de la crisis a la que ha conducido sus errores, "no tendrán más remedio que emprender políticas liberales, porque mal que le pese, sólo esas medidas han demostrado su eficacia para sacar de la crisis que se producen porque los que siguen defendiendo las falacias keynesianas".

En este debate anual, no hubo ocasión de foto entre la presidenta y el líder del PSM, Tomás Gómez, quien, aunque aseguró que no fue adrede, consiguió no retratarse en ningún momento con Aguirre, quien sin embargo paseó durante largo rato por los pasillos de la Asamblea regalando besos y saludos a diputados e invitados.

Sin foto entre los presentes, los corrillos ardían de palabras sobre los ausentes. Así, este año el debate preferido fue la ausencia de la ministra de Sanidad y aspirante a encabezar las listas del PSOE en la región, Trinidad Jiménez, tema que consiguió eclipsar la ya tradicional no asistencia del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien envió a su mano derecha, Manuel Cobo, recién indultado por su partido por criticar abiertamente a la presidenta regional.

Quien sí estuvo fue el portavoz de UPyD, Javier García, pero no gozó de la atención mediática que cosechó Tomás Gómez, quien calificó el discurso de Aguirre como de propio de una "presidenta saliente, sin esperanza, ni propuestas de futuro".

Y es que si el año pasado Aguirre anunciaba una batería de medidas fiscales y de reducción del déficit, este año la presidenta de la Comunidad de Madrid ha optado por centrarse en ensalzar lo hecho en sus siete años de gobierno y las novedades presentadas en el orden económico se han centrado en apuntar un ajuste en el número de liberados sindicales, un recorte en el presupuesto autonómico en 2011 de un 10 por ciento, y un "plan de racionalización del sector público de la Comunidad de Madrid, que va a afectar a numerosos organismos".

El otro anuncio de la jornada fue en materia de Educación, con la previsión de una nueva prueba de evaluación de lectura, dictado y cuentas a los alumnos de 2º curso de Educación Primaria, para asegurarse de que ningún niño se quede rezagado.

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