MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato volvieron a coincidir hoy en un acto público después de compartir protagonismo la semana pasada en la inauguración del I Congreso de Comercio y Servicios de la Comunidad de Madrid, en el que la jefa del Ejecutivo madrileño bromeó con Rato al explicarle que el evento había levantado tanta expectación porque se les iba a tomar la primera foto juntos tras su "salida del armario", en referencia a su futuro nombramiento como presidente de Caja Madrid.
El escenario de este nuevo encuentro fue la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, donde Aguirre inauguró una exposición fotográfica con más de 40 instantáneas que muestran los rincones más insólitos de Madrid.
Como la semana pasada, ambos populares se dieron dos besos y pasearon por la exposición, acompañados de la consejera delegada de Turismo Madrid, Ángeles Alarcó. Rato se encontró cara a cara con el que hasta hace poco tiempo sonaba también como posible candidato a la Presidencia de la entidad financiera, el vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, con el que se dio el habitual apretón de manos.
Y es que los políticos volvieron a acaparar toda la atención de la elevada presencia de medios de comunicación, que siguieron todos y cada uno de sus pasos por esta exhibición que contiene imágenes de la calle Alcalá, las estatuas del Arco del Triunfo o el Palacio Real desde un punto de vista muy peculiar.
MADRID, REGIÓN INÉDITA
Bajo el título de 'Madrid, región inédita', el fotógrafo Fernando Manso realiza un recorrido en imágenes por distintos lugares de la Comunidad, unas instantáneas que forman parte del libro coeditado por Turismo Madrid. La exposición estará abierta al público hasta el próximo 30 de noviembre y cuenta con más de 40 fotografías, de gran formato. El horario de visitas será desde las 10 hasta las 20 horas.
El autor de la muestra ha recorrido a lo largo de un año cerca de 15.000 kilómetros donde ha retratado los rincones más bellos de la Comunidad de Madrid teniendo en cuenta lugares, edificios, eventos, situaciones idílicas y condiciones climatológicas. De esta forma, se podrán ver instantáneas de la Puerta de Alcalá, el Círculo de Bellas Artes, la Gran Vía o la Cibeles entre otros monumentos. Además, la Laguna del Atazar, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, o la Pedriza han sido fotografiados con una cámara tradicional de placas 10x12.
La luz, las nubes y al niebla de la región cobran gran importancia en esta muestra, ya que el artista ha buscado luces suaves de amaneceres y atardeceres, de días con niebla o sol y cielos nublados o potentes. "Como madrileño me he sentido sorprendido por escenarios que nunca hubiera imaginado encontrar en esta Comunidad", aseguró Manso.
Todas estas fotografías, 110 en total, están recogidas en el libro que con el título 'Madrid, región inédita' ha sido coeditado por Turismo Madrid. Las imágenes muestran perspectivas imposibles para los madrileños, ya que algunas han sido tomadas desde lo más alto del campanario de la catedral de la Almudena o desde la azotea del Ministerio de Agricultura.
De la Comunidad, paisajes tan representativos como el que ofrece el pueblo de Patones de Arriba o Buitrago de Lozoya, sólo con su muralla y el castillo. Lo más llamativo de la obra del autor es, según sus palabras, "la naturaleza que rodea la región con formas de ríos, valles, y puentes que imprimen un carácter muy rico a la Comunidad de Madrid que a la vez goza de una climatología muy diversa con zonas completamente nevadas y paisajes más secos al otro extremo".
Según relata el fotógrafo, en determinadas ocasiones se encontró con que el lugar a fotografiar no tenía la luz adecuada, lo que le obligó a volver al mismo punto durante varios días y en varios momentos del día. La fotografía que más paciencia requirió fue una relativa al Palacio de Cristal, ya que requirió 18 días para obtener el resultado final.
Para tomar otras imágenes, el fotógrafo contactó con guardas forestales que se convirtieron en participantes activos del trabajo informando sobre las condiciones climatológicas e incluso la orientación espacial.
