MADRID 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha recetado este martes "argumentos dialécticos" para luchar contra los nacionalismos, de los que ha dicho que sus reivindicaciones encontraron "pábulo con la izquierda".
Lo ha afirmado en el VII Foro Atlántico, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por el escritor Mario Vargas Llosa, y donde ha compartido mesa con la presidenta de UPyD, Rosa Díez. Desde la Casa de América, la 'popular' ha opinado que al nacionalismo "no hay que perderle la cara, como al toro en la plaza", ya que "pueden ser un peligro para la libertad".
La clave consiste en estar en guardia "con argumentos dialécticos para combatirlos", lo que le ha llevado a alabar la figura de Rosa Díez, de quien ha expuesto que abandonó el PSOE, donde había militado toda una vida, por no estar de acuerdo con la política que propugnaban en cuanto a las pretensiones nacionalistas y que, lejos de quedar "condenada al ostracismo", decidió fundar UPyD impulsada por su "espíritu combativo".
Aguirre ha expuesto en la ponencia que tanto el PSOE como el PCE deberían ser fieles a sus principios internacionalistas pero, sin embargo, siempre le han hecho guiños al nacionalismo. El origen de ese acercamiento entre la izquierda y el nacionalismo lo ha remontado a la Guerra Civil y a la oposición al franquismo.
Eso le ha llevado a recordar que en los años de la Transición se popularizó un grito de reivindicación nacionalista desde la izquerda, 'Libertad, amnistía y estatuto de autonomía'. Si bien ha defendido las peticiones de libertad y amnistía, Aguirre ha considerado que el último concepto no puede estar al mismo nivel que los dos primeros al referirse a una organización territorial del Estado posterior a la recuperación democrática.
La madrileña tampoco se ha dejado en el tintero una ley electoral que favorece a los nacionalistas, que siempre han jugado "un papel determinante" en la formación de los gobiernos a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en Alemania, donde se requiere el 5 por ciento de los votos en el conjunto del territorio para tener presencia en el Bundestag.
El socialista José Luis Rodríguez Zapatero fue quien, en palabras de Aguirre, dio el "empujón a las aspiraciones nacionalistas". Lo hizo en un mitin del PSC, donde de manera "desafortunada e irresponsable", se comprometió a "aceptar cualquier proyecto de reforma estatutaria que viniera del Parlamento catalán si era elegido presidente del Gobierno". Cumplió ese "compromiso mitinero", ha apostillado, unido al "aumento del sectarismo" con el tripartito catalán, que firmaron el Pacto del Tinell, que promovió que no llegarían a acuerdos con el PP.
No ha querido terminar su intervención sin parafrasear a Mario Vargas Llosa, que planteó que el nacionalismo es como "el regreso a la tribu para eludir responsabilidades" y que salir de ella es "el comienzo del progreso y la civilización".