MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, aseguró hoy que el Ayuntamiento de Madrid no paralizará ninguna obra que esté actualmente en ejecución ni tampoco reducirá el gasto social previsto para las competencias propias e impropias, sino que tan sólo retrasará la ejecución de los nuevos proyectos previstos en el programa electoral para esta legislatura.
Así, la mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón respaldó las declaraciones realizadas ayer por el delegado municipal de Hacienda, Juan Bravo, durante la Comisión permanente de su área, en las que respondió a una pregunta de IU afirmando que habrá que retrasar algunas de las inversiones previstas por el Consistorio hasta salir de la crisis económica actual.
Durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, Cobo afirmó que, "teniendo pendiente el escenario de ingresos posibles, sin un acuerdo con el Gobierno de España (en materia de financiación) y viendo que las previsiones varían cada día", el Ejecutivo local hará "un ejercicio de responsabilidad" evitando iniciar proyectos hasta que "haya una previsión más exacta" de la evolución económica.
"Lo que vamos a hacer es un ejemplo de responsabilidad, porque suspenderemos el inicio de aquellas actuaciones de inversión, de construcción de infraestructuras no de gasto corriente de mantenimiento de los servicios o de gasto social, hasta que no tengamos una previsión más exacta de las inversiones", afirmó Cobo, abundando en que el Ayuntamiento simplemente "no licitará ni adjudicará las obras hasta que se sepa la disponibilidad presupuestaria con menos oscilación e incertidumbre de las actuales".
En cualquier caso, esto no significará que se paralizará ninguna obra actualmente en curso, tal y como subrayó en repetidas ocasiones el vicealcalde, ni tampoco supondrá una reducción en el gasto social. "No construiremos nuevos centros de Día o colegios o ese tipo de infraestructuras, pero seguiremos invirtiendo lo mismo o más en esas materias", apostilló.
SIN PRIORIDADES
Además, el edil aseguró que "aún no hay una relación de los proyectos afectados" ni tampoco se ha establecido la prioridad de los que no comenzarán para saber cuáles serán los primeros en recibir financiación una vez se conozcan las cuentas de 2009. "No doy un catálogo de los proyectos afectados porque determinadas infraestructuras, ojalá las más posibles, sí se podrán realizar", indicó Cobo.
Asimismo, el vicealcalde tampoco descartó que el Ayuntamiento pueda crear nuevos impuestos o tasas municipales para obtener más recursos y ampliar su capacidad inversora. "En próximas fechas, el concejal de Hacienda presentará el presupuesto y las modificaciones en un sentido u otro", fue la única respuesta a las insistentes preguntas sobre este tema, insistiendo no obstante en que Madrid "no será tan irresponsable como para asumir compromisos de nuevas inversiones hasta saber el dinero con el que constará".
"No sé cuánto tiempo durará este Plan de Austeridad, y supongo que muchos otros ayuntamientos tomarán medidas parecidas e incluso más graves, como ya ha pasado con tres consistorios que han presentado sendos Expedientes de Regulación de Empleo. Ojalá sea el menor tiempo posible porque tengamos menos incertidumbre en los ingresos y las menores reducciones de ingresos", añadió.
REFORMA DE LA FINANCIACIÓN
En cualquier caso, el edil recordó que la crisis no es la única causa de la actual situación, sino que hay problemas subyacentes de carácter más estructural que el Gobierno central debería abordar, entre ellos la financiación de los entes locales. "La situación es muy grave, muy seria. Nosotros estamos pendientes de obtener una financiación adecuada del Gobierno de España y así lo decimos en las reuniones que tenemos a todos los niveles", indicó, haciendo hincapié en que muchos de los servicios que prestan los ayuntamientos son 'competencias impropias' para las que no reciben financiación.
"Creo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, debería atender más, porque es de justicia y mucho más necesario para los ciudadanos, las demandas de los ayuntamientos, que después de tantos años de democracia aún no reciben la financiación que se corresponde con los servicios que prestan, antes que atender las demandas que tienen que ver con un compromiso político derivado de la redacción de un estatuto, que por cierto fue realizado de primera mano por el presidente, y que ha motivado una negociación con las comunidades autónomas", continuó Cobo.
Y es que según él ambas negociaciones -la de la financiación autonómica y la de la local-- deberían realizarse de modo paralelo, tal y como han pedido "muchos alcaldes de toda España", entre los que citó a Rosa Aguilar (Córdoba, IU) o a Pedro Castro (Getafe, PSOE), quien además es presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y que tachó la situación de los consistorios de "caótica" y "desesperada" y que incluso amenazó con una huelga de ayuntamientos en la prestación de los servicios impropios.
Junto con estas carencias en la financiación, Cobo apuntó también a la deriva en las previsiones económicas del Gobierno de España, que "hace unos meses dijo que había un superávit importante y ahora resulta que hay un déficit de 1.500 millones de euros y aumentando".
NADA QUE VER CON LA DEUDA
Por eso, consideró absurdas las acusaciones de la oposición de que la falta de ingresos municipales es consecuencia de la deuda contraída por el Ayuntamiento en la reforma de la M-30. "Es evidente que la situación es general, que no es sólo de Madrid", afirmó, y aportó los datos de que la deuda madrileña es el 5,3 por ciento del presupuesto, mientras que en el caso del Estado la deuda alcanza el 8,2 por ciento, por lo que entonces "la crisis de España sería culpa de la deuda del Gobierno". "Además, todo el coste anual de la M-30 equivale a un solo gasto social, la ayuda a domicilio, sin tener en cuenta el resto del gasto social", añadió.
Asimismo, insistió en que si el Ayuntamiento no hubiera realizado las obras de la M-30 en su momento, o si las hubiera realizado en más años, ahora "quedaría sin terminar" porque no habría dinero para ella. "No estuvimos de acuerdo en que la obra molestara durante tanto tiempo a los vecinos, y ahora resulta que si hubiéramos seguido ese criterio la M-30 quedaría sin terminar", apostilló, añadiendo que "los ayuntamientos que no hicieron esas obras antes, ahora no podrán hacerlas".
Por último, recordó que no ha habido "ninguna falta de previsión" porque los primeros avances del plan de austeridad municipal se produjeron ya en julio, cuando la Junta de Gobierno del día 17 acordó ahorrar 356,3 millones de euros de los presupuestos y ajustar así las cuentas a las previsiones de ingresos y de crecimiento para el año. En ese momento también se aseguró que los recortes no afectarían ni al gasto social ni a la seguridad, que serían compatibles con la ejecución de las actuaciones en curso y que no se afectaría la promoción de la candidatura olímpica.
Además, rechazó que esta decisión vaya a tener una "gran incidencia" en la economía de la región, porque las obras que se retrasarán indefinidamente son "de muy pequeña cuantía en comparación con los grandes proyectos de la legislatura pasada".