MADRID 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
James Bermúdez, de 45 años y nacionalidad colombiana, murió hoy tras recibir cuatro disparos desde un vehículo a la altura del número 18 de la calle Algaba en el barrio de Carabanchel, informaron a Europa Press fuentes de Emergencias Madrid.
La víctima, con antecedentes por estafa, fue tiroteada por varias personas desde una moto o un coche, confirmó a Europa Press la Jefatura Superior de Policía. Los investigadores apuntan a un ajuste de cuentas como móvil del crimen y, según testigos presenciales, los disparos fueron efectuados por dos personas.
"Dispararon y salieron corriendo por la calle y después se subieron al vehículo. Parecían extranjeros, uno alto y otro bajo", explicó una mujer que presenció los hechos y a la que los policías tomaron declaración durante más de 20 minutos.
Tras el suceso, que se produjo sobre las 11:15 horas, los facultativos del Samur se encontraron a la víctima con un tiro en la cabeza y según explicó el supervisor, al ir a hacer las maniobras médicas pertinentes vieron que la víctima tenía otros tres disparos más en la zona del corazón. "No hemos hecho nada más, tan sólo no manipularlo y dejarlo a disposición judicial", añadió.
Además, aclaró que el disparo en la cabeza se había realizado "para rematar", aunque señaló que esa hipótesis debía determinarla la policía científica, ya que los tres disparos en la zona del corazón "sí que son mortales". "No sabemos lo que ha pasado, nos lo hemos encontrado en la calle tirado y nada más, sólo que presentaba los disparos", puntualizó.
Los vecinos señalaron que James Bermúdez estaba casado y tenía un hijo de apenas un año de edad. Su mujer se acercó hasta el lugar de los hechos sobre las 12:30 horas para prestar declaración a los agentes e identificar el cuerpo de su marido, que yacía tendido sobre la acera.
Mientras, un nutrido grupo de curiosos se arremolinaron en la confluencia de las calles donde se produjo el suceso, tras el cordón policial. Asimismo, pasada la una de la tarde, se procedió al levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Madrid.
CARABANCHEL
En el barrio de Carabanchel hace años floreció un mercadillo de venta ilegal de coches, que se situó en los alrededores del Estadio Vicente Calderón. Posteriormente, los vendedores comenzaron a colocar sus coches en la avenida de Oporto, donde llegaban a colocar carteles de venta en las ventanas de los vehículos durante seis días, el tiempo máximo de aparcamiento en un mismo sitio permitido por el reglamento municipal.
Según el propietario de un local de venta de coches consultado por Europa Press, en la zona operan varios grupos organizados que se dedican a 'maquillar' coches, es decir, borrar el número de serie del motor y arreglar los coches que han sido utilizados en 'alunizajes'. "Principalmente son marroquíes y colombianos", apuntó.
VECINAS
Por su parte, dos mujeres residentes en la calle donde se produjo el tiroteo mortal de Carabanchel y que presenciaron el suceso, Aurora y su hermana, aseguraron haber visto a dos personas "correr por la calle para abajo", aunque no precisaron si los autores de los disparos guardaban relación con la víctima.
"Los que corrían eran jóvenes con cara de extranjeros, unos más altos y otros más bajos, pero no puedo decir de donde eran", matizó Aurora. Tras mostrarse sorprendidas por estos hechos violentos, estos testigos dijeron haber oído "tres o cuatro disparos" y que tras ello vieron al hombre "tendido" en la acera.
Aurora apuntó que la presencia policial es habitual en el barrio, ya que suele haber muchos incidentes, "muchas riñas y mucho de todo", precisó. "La policía secreta anda mucho por aquí; dijeron que estaban vigilando la zona de día y de noche", finalizó.