¡Ay!, la última producción de Eva Yerbabuena, llega a las Naves del Español

Actualizado: miércoles, 11 febrero 2015 17:35

MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

¡Ay!, la última producción de Eva Yerbabuena, llega a las Naves del Español desde hoy donde ofrecerá nueve únicas representaciones hasta el día 20, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

La bailaora y coreógrafa granadina hace una parada en su gira internacional para presentar en Madrid este espectáculo, que solo pudo verse en la capital en dos jornadas de los Veranos de la Villa en un formato diferente, puesto que fue adaptado para exteriores.

La dirección y composición musical corre a cargo de Paco Jarana, mientras que el cante lo ponen las voces de José Valencia, Enrique el Extremeño y Juan José Amador, y de la percusión se encarga Antonio Coronel. Además, Yerbabuena ha querido contar, por primera vez en su carrera, con un violín, el de Vladimir Dmitrienco.

EL ESPECTÁCULO

Dos elementos muy importantes para la puesta en escena de ¡Ay! son la iluminación, un diseño de Fernando Martín; y el vestuario, de López de Santos, que dan color a una escenografía muy sencilla: una mesa y una silla, simples adornos con los que Eva interactúa, igual que, en nuestro día a día, todos interactuamos con los hándicaps de la vida.

Su intención es muy sencilla: buscar el equilibrio entre lo que nos va deparando la existencia y cómo vamos haciendo frente a la incertidumbre.

Se trata de un espectáculo íntimo e intimista con el que la coreógrafa granadina se consagra como una de las mejores intérpretes del panorama dancístico y flamenco actual.

Estrenado en la décima edición del Flamenco Festival en Londres, en 2013, este espectáculo ha supuesto el reconocimiento nacional e internacional de la artista, a la que la prensa define como "pura poesía".

¡Ay! también es un punto de inflexión en la carrera de Eva Yerbabuena, ya que, por primera vez, se enfrenta al escenario sin cuerpo de baile y, además, se trata de su primera creación tras un receso por su maternidad, que la mantuvo retirada de la escena trece meses. Un tiempo que, según la coreógrafa, le ha servido para tomar distancia y analizar lo que ocurre a su alrededor.

El resultado de este proceso reflexivo -sus miedos, sus inquietudes y la superación personal- es un espectáculo vertebrado por cante y toque, donde la coreógrafa ahonda en nuevos lenguajes dancísticos, hecho que le ha valido el Premio Max de las Artes Escénicas como Mejor Intérprete Femenina de Danza y una nominación a los National Awards de Gran Bretaña.