CEIDA POR LA ASAMBLEA POPULAR DE TETÚAN
MADRID 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una cacerolada, música reivindicativa, sentadas y palmas han sido algunos de los elementos que han protagonizado la protesta contra la expropiación prevista para hoy de un inmueble situado en el número 29 de la calle Ofelia Nieto (distrito de Tetuán) y que el Ayuntamiento de Madrid ha aplazado.
Así lo ha indicado a Europa Press un miembro de la Asamblea Popular de Tetúan, quien ha explicado que, tras conocer la paralización del desalojo, las personas que se habían concentrado en la zona han iniciado una asamblea para determinar cuáles son las próximas acciones.
"Estamos pensando en llevar la protesta directamente al Ayuntamiento y al Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda", ha apuntado este portavoz, quien también ha indicado que las tres familias que viven en el edificio apuestan por pedir al Consistorio que excluya a la finca del plan de planeamiento del distrito.
Este miembro de la asamblea popular de Tetúan ha destacado que los vecinos han vivido numerosos momentos de tensión, desde que los vecinos iniciaron ayer a las 20 horas una acampada en la azotea del edificio, hasta que los efectivos de la policía municipal se han retirado este miércoles a las 9 horas.
En concreto, este portavoz ha detallado que durante la noche los efectivos policiales han impedido la entrada en la vivienda de algunas de las personas que querían sumarse a la acampada en la azotea, que según este joven ha llegado a reunir a 80 personas.
Sobre las 7 de la mañana, y siempre según este portavoz, cuatro furgonetas de Policía Municipal se han situado alrededor de la vivienda. A las 9 horas se ha incrementado la tensión entre los efectivos policiales y las personas concentradas en la acera, dentro de la vivienda y la azotea, que según este portavoz alcanzaban en total las 180.
"La Policía ha empujado a las personas que estaban en la acera y a los que estaban en los alrededores", ha destacado este joven, quien también ha indicado que, en ese momento, los vecinos de alrededor del inmueble han sacado las cacerolas por las ventanas y han iniciado una "sonora" protesta contra el desalojo.
Además, un equipo de música, situado en la azotea de la vivienda, ha servido para "animar a la gente a resistir y continuar con la reivindicación". "La presión social ha sido enorme y al final se ha aplazado la expropiación, aunque este es solo el primer paso", ha subrayado.