El 6% de las calles madrileñas tienen nombre de mujer

MADRID 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 6 por ciento de las calles de la capital tienen nombre de mujer, frente al 24 por ciento, que están dedicadas a un hombre del total de las más de 11.500 calles registradas en Madrid.

La autora del libro 'Memorias de mujeres en el callejero de Madrid', Valentina Fernández, explicó a Europa Press que la mayoría de las 700 vías con nombre de mujer --en las que se incluyen profesiones tradicionalmente femeninas-- frente a las casi 2.800 dedicadas a los hombres.

El resto de la toponimias de Madrid, después de las de nombres dedicados a hombres, pertenecen a municipios españoles, países, hechos históricos, batallas, citas históricas, ríos, montañas y otros accidentes geográficos.

Entre los nombres de las calles 'femeninas' más famosas, Fernández destacó la de Emilia Pardo Bazán, Eugenia de Montijo, Clara Campoamor, Teresa Cabarrús, la calle Manuela Malasaña o la plaza de Santa María de Soledad Torres Acosta. La mayoría de estos nomenclatura se impuso en la segunda mitad del siglo XX.

No obstante, la mayoría de los nombres de las vías madrileñas dedicadas a una mujer son nombres de Vírgenes, especialmente en el barrio de la Concepción debido a la tradición católica. Según el libro, los espacios públicos madrileños recuerdan a 111 santas y mencionan 128 advocaciones de la Virgen.

Un segundo grupo lo constituyen las dedicadas al de las reinas y, más recientemente al de las políticas o a colectivos intelectuales como el de Las Sufragistas, situada en el distrito de Villaverde. Entre las juristas y reformadoras sociales se puede citar el de Concepción Arenal, y en el mundo del magisterio femenino figura sólo una, la dedicada a María Lozano.

Luego, existen otra serie de calles dedicadas a féminas de las que no hay constancia de su llegada. La experta en el callejero madrileño explica que proceden del nombre de las propietarias de la fincas donde se construía un nueva barrio o corresponden a la primera vecina de una calle. El propio cartero la denominaba así para no perderse y, con el tiempo, la calle figuró con la nomenclatura de la primera vecina.