MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
La baronesa Thyssen, Carmen Cervera, destacó hoy que "muchas personas" en el Gobierno han mostrado su "desacuerdo" con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ante el proyecto de obras del Eje Prado-Recoletos, que afectará a los árboles de la zona. "La ministra de Cultura es la presidenta de la Fundación Thyssen, en breve se reunirá el Patronato y ella, como presidenta, debe luchar por que ese museo no se deteriore", subrayó.
Carmen Cervera afirmó, en declaraciones a Antena 3, recogidas por Europa Press, que seguirá con su lucha por salvar los árboles del Paseo del Prado cercanos al museo de su colección y que ampliará esta lucha a otros intentos de tala arbórea en Madrid. "Estoy dolida de no haberme enterado antes de otras talas. Creo en la naturaleza y voy a seguir con los árboles, no sólo con los del Thyssen", anunció.
Destacó que desde el Ayuntamiento de la capital siguen "mintiendo", porque, según ella, el proyecto afectará a 736 árboles "como mínimo" y el transplante es "imposible por las grandes raíces", dicho por expertos.
Cervera denunció que la remodelación y las consecuencias de la contaminación del tráfico traerán consigo que los cuadros que alberga el Museo Thyssen Bornemisza se deterioren, ya que se va a pasar de "mil coches al día a 5.000". "Eso es una autopista", precisó.
De esta manera, los cuadros sufrirán "el traqueteo", algo que la baronesa consideró "muy peligroso" para los mismos. "Ahora hay 8 carriles en el centro del paseo, pero los árboles cortan un poco la polución. Luego va a ser imposible", prosiguió, subrayando que el Thyssen va a ver "diezmado" su colección. "Se van a ver afectados 500 años de historia del coleccionismo", apuntó.
NO ESTÁ "CELOSA" DEL MUSEO DEL PRADO
La baronesa negó estar "celosa" del Museo del Prado, que se verá beneficiado de las obras. "Es maravilloso, todos lo museos necesitan exteriores acondicionados; lo que ocurre es que deben hacer lo mismo con todos los museos", precisó, apuntando que todos los museos necesitan tener una zona amplia donde los visitantes hagan cola sin estar afectados por la polución y bajo la sombra de los árboles.
Recordó que no va a negociar sobre su colección mientras exista este problema y recordó que de forma "altruista" ha cedido la misma al Estado durante 11 años. "Estoy dolida por el tratamiento que quieren dar al museo de mi marido", dijo, precisando, no obstante, que pese a las ofertas que tiene, porque "la colección habla por sí sola", su colección se va a quedar "en España y en Madrid".
Preguntada por la posibilidad que tiene de "pedir favores" a algunos de sus contactos en las altas esferas, la baronesa fue tajante. "Gracias a mi posición no debo pedir favores, para no poner a nadie contra la pared. He tocado todos los puntos, pero no voy a pedir favores. Pido que sean conscientes los arquitectos y el alcalde de lo que puede ocurrir", señaló, puntualizando que si, por ejemplo, Sus Majestades la llamaran para el tema, les explicaría cómo se siente, pero aseguró que no va a pedir que la reciban.
LOS CUADROS, "MOSCAS, CURIOSOS Y TRISTES"
La baronesa concluyó diciendo que ante este problema "los árboles y los cuadros están moscas, curiosos y tristes", según las "ondas" que recibe de sus cuadros y de su marido, justo cuando se cumplen cuatro años de su fallecimiento. "El coleccionista salva de que se pierdan los cuadros", dijo.
Sin embargo, uno de los arquitectos del proyecto del Eje Prado-Recoletos, José Miguel Rueda, insistió en que sólo se cortarán los árboles enfermos, unos 20, de los que sólo tres tienen más de 50 años. Afectados por remodelación, dijo, de los 15.000 que alberga el recinto, sólo 60 se verán afectados y, de esos 60, sólo 40 están afectados de enfermedad y 20 serían los que definitivamente se perderían. Destacó, además, que el proyecto de obras tendrá "un tratamiento respetuoso con la arboleda urbana" y que siguen abiertos a sugerencias de modificación del proyecto.