La planta de compostaje donde se llevan los restos trata anualmente 6 millones de kilos de restos y producen 4 kilos de 'compost' y 'mulch'
MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Casi 40.800 árboles de la ciudad de Madrid serán objeto de las labores de mantenimiento por parte de 240 jardineros municipales desde ahora y hasta el próximo mes de marzo, en lo que se conoce como 'época de parada vegetativa', según ha anunciado este lunes la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella.
Así, la Campaña de Poda del Ayuntamiento incluye la puesta a punto de 40.789 árboles, de los que 7.888 son de alineación y el resto, 32.901, están ubicados en parques y jardines. En ella trabajarán 240 operarios, que contarán con 48 plataformas elevadoras y 56 camiones de carga.
Para realizar su trabajo, los operarios cuentan con una "herramienta básica", como es el inventario informatizado del arbolado madrileño, en el que cada uno de los ejemplares tiene un 'carné de identidad' en el que se detallan más de 30 parámetros, entre ellos edad, situación geográfica, especie o estado fitosanitario.
Además, las actuaciones de mantenimiento del arbolado se ejecutan "con el máximo respeto a la biología del árbol", según Botella, que ha explicado que se "adapta el tipo de poda a la forma, estructura y características de cada especie".
Estos trabajos incluyen la eliminación de ramas bajas, chupones y muñones; la limpieza de ramas mal formadas o en deficiente estado fitosanitario; el acortamiento de ramas con excesivo peso o longitud, que suponen un riesgo de rotura y caída; el pinzado de ramas que favorecen la inclinación del árbol, o el equilibrado de copa.
PLANTA DE COMPOSTAJE
Los restos vegetales de la poda se trasladan después a la planta de compostaje de Migas Calientes, donde se transformarán en 'compost' y 'mulch' para su reutilización en zonas verdes. De hecho, aunque antes los restos vegetales se apilaban y dejaban fermentar de forma natural hasta obtener mantillo, la planta permite hacer este compostaje de forma controlada y sobre un gran volumen de materia orgánica.
Desde noviembre de 1997, cuando la planta abrió en una superficie de 15.000 metros cuadrados ubicados entre el río Manzanares y la M-30, en este lugar se selecciona el material de partida, se asegura que esté presente una gama de microorganismos muy variada y numerosa que cubran todas las fases de la degradación de la materia orgánica, y se consiguen, en cada fase, los niveles y valores óptimos de los factores fundamentales que afectan al proceso, como son, temperatura, humedad y oxígeno.
Así, estas instalaciones tratan, aproximadamente, seis millones de kilogramos de restos cada año, que se transforman en cerca de cuatro millones de kilogramos de 'compost' y 'mulch' para su uso en los parques, jardines y viveros municipales. Además, se ha conseguido una reducción del tiempo del proceso y una mejora en la calidad del resultado.
El producto final "es de buena calidad, es decir, estabilizado, sin patógenos ni semillas, libre de impurezas; de color, olor y aspecto agradable, que no presenta problemas de fitotoxicidad, y que no genera problemas en su almacenamiento ni aplicación", ha afirmado la delegada.
