Los chavales de los distritos menos favorecidos económicamente son más obesos que los del centro de la ciudad
MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los niños madrileños comen más grasas de lo recomendable y menos hidratos, y el resultado de este desequilibrio es una seria tendencia a la obesidad, a la que contribuye el sedentarismo de los pequeños. Así lo revela el estudio realizado por la empresa municipal "Madrid Salud" sobre la alimentación de los escolares madrileños y su repercusión en la salud.
Durante la presentación del estudio, que tuvo lugar hoy en la Casa de la Villa, el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad de Madrid, Pedro Calvo, afirmó que los datos de este trabajo permiten incrementar el control sobre los menús de los comedores escolares y realizar estudios nutricionales de determinados alimentos. Explicó que el 77 por ciento de los encuestados consumen diariamente más colesterol del recomendado y que los chavales de los distritos menos favorecidos económicamente son más obesos que los del centro de la ciudad.
Así, añadió que los niños consumen más cantidad de grasas de la recomendada (35 por ciento del total de la ingesta) con un exceso de las grasas saturadas y que el consumo de hidratos de carbono es inferior a la recomendación (50-55 por ciento del aporte total), según el estudio nutricional.
También comentó que la relación entre las grasas saturadas y el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular es bien conocida, de ahí que resulte, en su opinión, "alarmante" que el 77 por ciento de los escolares estudiados consumen diariamente más colesterol del recomendado, es decir 300 miligramos por día, mientras que el 98 por ciento supera la ingesta de 100 miligramos de colesterol por 1.000 Kilocalorías.
Además, resaltó que el estudio municipal pretendía comprobar el estado nutricional de los niños, la relación con la ingesta de alimentos y hábitos de vida, y también buscaba comprobar la incidencia de los menús servidos en los comedores escolares.
LOS NIÑOS SON MÁS OBESOS QUE LAS NIÑAS
En otro momento de su intervención, Calvo subrayó que los datos aportan curiosidades como que el sobrepeso y la obesidad es más frecuente en niños que en niñas (33,5 por ciento en los primeros frente a un 24,3 por ciento en las segundas). Asimismo, se comprueba que los residentes en Usera, Puente de Vallecas, Villaverde, Latina, Carabanchel , Villa de Vallecas, Vicálvaro y San Blas presentan el doble de posibilidades de ser obesos que los de Retiro, Salamanca, Chamberí, Moncloa y Chamartín. Preguntado a qué se podía deber esto, indicó que en ambas zonas hay distintos ritmos de vida cotidianos y diferentes hábitos alimenticios.
El estudio nutricional revela que el 20 por ciento de los niños presentan una analítica sanguínea con un colesterol superior a los valores normales, un 1,06 por ciento tienen déficit de vitamina A y el 5 por ciento carece de ácido fólico. Asimismo se ha comprobado que la obesidad entre los escolares de la capital de España es superior a los del resto del país, en una proporción del 29 por ciento frente al 26,3 por ciento.
TELEVISIÓN Y ORDENADOR
Para el edil madrileño, a esta situación contribuye el modelo actual de sedentarismo, ya que los niños y jóvenes pasan más horas delante del televisión o del ordenador que haciendo actividad física. Así, el 31,4 por ciento de los menores con edades comprendidas entre los 12 y los 15 años ve la televisión más de dos horas al día y el 36 por ciento juega al ordenador también más de dos horas, y precisó que se observa que a mayor consumo televisivo, mayor sobrepeso y obesidad en todos los grupos de edad.
Calvo aseguró que los datos obtenidos incentivan nuevas iniciativas para aumentar el control alimentario y profundizar en el conocimiento de determinados alimentos, y aseguró que la vigilancia en seguridad alimentaria afectará fundamentalmente a los menús elaborados en los centros escolares, a fin de ajustarlos a las recomendaciones dietéticas.
Igualmente se supervisarán las empresas de catering para asegurar la correcta manipulación y transporte de los alimentos. Los primeros alimentos en colocarse en el punto de mira de las investigaciones municipales serán bollería industrial, cereales, galletas, zumos de fruta y refrescos así como los contenidos de sodio en el pan, sopas deshidratadas o los precocinados.
ENCUESTA DE SALUD
Por otro lado, el edil popular comentó que el estudio sobre la alimentación de los menores de 16 años se ha realizado a través de la Encuesta de Salud de la Ciudad de Madrid, en la que han participado 1.163 niños para conocer peso, talla, hábitos alimenticios y actividad física. También se hizo un estudio nutricional y encuesta alimentaria entre 366 niños para conocer su dieta y cantidad de nutrientes. La información obtenida se ha relacionado con los valores analíticos sanguíneos.
Agregó que la inspección de 1.127 comedores escolares y la Encuesta de Salud , con un cuestionario individual, han permitido comprobar que los niños comen menos cantidad de cereales, legumbres, pescados, huevos y verduras de lo recomendado, mientras se exceden con los embutidos, carnes y dulces. Los datos también revelan que los niños hacen su principal comida en los comedores escolares.
El 28,5 por ciento del aporte calórico viene del menú del colegio, un dato importante, según el Ayuntamiento, a la hora de intervenir sobre las ofertas presentadas en la contratación. También se destacó que los menús escolares escasea el pescado, el aporte de carne es elevado, la oferta de verduras es aceptable y la de legumbres, frutas y cereales también es reducida.
Así, dentro de los alimentos consumidos, las frutas y verduras son menos aceptados, mientras que los niños acogen de buen grado los precocinados, los huevos y los lácteos. Por último, Calvo anunció que el Ayuntamiento editará folletos divulgativos y guías sobre Nutrición y Actividad Física en paralelo a talleres sobre Alimentación y Salud en los distritos.
