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Mantiene la pena de 18 años de prisión por un delito de asesinato
MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El representante del Ministerio Fiscal en el juicio contra un acusado de asesinar al novio de su hermana de cinco puñaladas ha mencionado en su alegado de acusación los casos de Marta del Castillo y Sandra Palo para exponer a los miembros del jurado ejemplos de crímenes "sin explicación".
"En este caso, el asesino mató a la víctima porque quiso. Así de sencillo. No tiene explicación y no la busquen", ha aseverado el fiscal después de solicitar a la Sala que condene al guineano Suleman B.G. a 18 años de prisión por matar al novio de su hermano de cinco puñaladas momentos antes de que ésta se lo fuera a presentar a sus padres.
Tras escuchar al fiscal, el abogado defensor le ha replicado que el caso de Marta del Castillo no es firme, puesto que cabe recurso contra la sentencia que condenó a Miguel Carcaño a 20 años de prisión por asesinar a la joven. "Salvo su confesión, no hay elemento objetivo de que haya matado a nadie", ha apostillado.
También se ha referido al crimen de Sandra Palo y ha asegurado que eran "una panda de críos" a los que "se les fue la mano con una deficiente mental por un tema sexual".
Con las menciones a estos casos, el abogado ha tratado de trasladar al jurado la idea de que en el caso de su cliente no había ánimo de asesinar, sino que "se le cruzaron los cables", como en los casos de Marta del Castillo y Sandra Palo. "No hay asesinato. Acabar con la vida de una puñalada es un homicidio", ha insistido.
Tras ser calmado por el tribunal por sus lloros, el acusado ha insistido en que el asesinato no fue intencionado y ha asegurado que desde entonces ha deseado estar en el lugar de la víctima. "El Corán dice que todo pecado se perdona menos quitar la vida a una persona", ha indicado.
RELATO DE LOS HECHOS
Según el fiscal, el procesado, de 22 años de edad, sobre las 23.30 horas del día 31 de octubre de 2009, encontrándose en el domicilio familiar en la localidad de Leganés, observó por la ventana la llegada de su hermana María Teresa E. G. en compañía de Carmelo Bachi Bueriberi.
Aprovechando que este último permanecía solo en la calle mientras su hermana subía al domicilio, cogió un cuchillo jamonero del cajón de la cocina y bajó rápidamente a la calle con ánimos violentos.
Sin mediar discusión alguna, de forma inopinada y sorpresiva, se abalanzó sobre Carmelo, clavándole el cuchillo en varias ocasiones hiriéndole en el cuello, el tórax y el corazón. La perforación de la cavidad cardiaca fue lo que le ocasionó la muerte instantánea.
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