El celador de la prisión militar de Alcalá acusado de abusar sexualmente de los presos niega los hechos

Actualizado: martes, 23 enero 2007 20:17

Un testigo dice que escuchó a los 3 denunciantes y a un sargento urdir un plan para acusar al celador y cobrar una indemnización

MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Andrés G.L., el celador mayor de la prisión militar de Alcalá de Henares que presuntamente aprovechó su puesto de trabajo para obtener favores sexuales de los presos, negó hoy, en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid, haber cometido los delitos que se le imputan, y agregó que si hubiera querido realizar dichos abusos "hubiera buscado otros sitios más escondidos y a los que no tiene acceso mucha gente y no se hubiera enterado nadie".

El escrito de conclusiones provisionales del representante de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, considera probado que el 17 de marzo de 2004 el inculpado llamó por la megafonía interna de la prisión a H.R.A. para que acudiera a su despacho, donde le propuso que realizaran actos de tipo sexual en un cuarto contiguo, propuesta que el preso declinó.

Posteriormente, también en los primeros meses de 2004, el imputado utilizó el mismo procedimiento para que S.C.G. acudiera a su lugar de trabajo, donde permitió que el interno llamara por su teléfono móvil (requisado al entrar en la prisión) con el objetivo de que dejara realizarle tocamientos, como hizo.

EL FISCAL PIDE 9 AÑOS DE CÁRCEL

Según el escrito, en los meses de abril y mayo de 2004 el procesado llamó a C.J.A.S. para proponerle lo mismo que a los otros dos presos a cambio de poder realizar llamadas desde su teléfono móvil. El celador ejerce funciones como la administración del dinero de los internos, el depósito de sus objetos personales, cursar sus peticiones a la dirección de la prisión o derivarlos al psicólogo o al asistente social. Por cada uno de estos tres delitos de abuso de funcionario público, el fiscal reclama tres años de prisión, a los que se suma una petición de ocho años de inhabilitación absoluta.

Durante el juicio celebrado esta mañana en la Audiencia madrileña, el celador dijo que el cuarto al que se refieren los denunciantes es una pequeña habitación donde se guardan los objetos personales de los presos, entre ellos los móviles, y "es un lugar muy transitado", por lo que, agregó, difícilmente podía haber cometido los abusos de los que se le acusan.

Además, añadió que él les dejaba llamar en determinadas ocasiones desde el móvil "por solidaridad" con los presos. "Pero no solo lo hacía yo, lo hacían también otros muchos celadores. Si hubiera querido hacer eso (abusar sexualmente de los presos) hubiera buscado otros sitios más escondidos y a los que no tiene acceso mucha gente y no se hubiera enterado nadie".

Mientras, los tres supuestas víctimas, que denunciaron los hechos cuando disfrutaban del tercer grado penitenciario "por miedo a represalias", narraron los hechos tal y como los redacta el fiscal en su escrito de acusación.

Al tiempo, un preso de la prisión militar de Alcalá de Henares no implicado en este suceso declaró ante el tribunal que escuchó a los tres denunciantes y a un sargento "urdir un plan para acusar al celador mayor y llevarse una indemnización". "Denuncié estos hechos ante la dirección del centro y fui agredido por los presos", concluyó.