El cementerio Civil de Madrid, donde descansan los restos de La Pasionaria o Pablo Iglesias, sufre cierto abandono

Actualizado: jueves, 1 noviembre 2007 12:25

MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Cementerio Civil de Madrid acoge entre sus muros tumbas de personajes históricos como Dolores Ibárruri 'La Pasionaria', enterrada junto al mausoleo del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, y no muy lejos del de uno de los presidentes de la República Estanislao Figueres; sin embargo, hoy, debido al escaso cuidado de algunos sepulcros, la impresión que tiene el visitante cuando accede a este emblemático campo santo es de abandono y deterioro.

Junto a la sepultura de la primera joven que fue enterrada el 13 de septiembre de 1884 en el Cementerio Civil, Maravilla Leal González, perfectamente restaurada, se encuentra un sepulcro sin nombre con la losa partida por la mitad y fragmentos de mármol esparcidos alrededor.

Por todo, en el cementerio pueden verse tumbas descuidadas o con los ornamentos destruidos que contrastan con los mausoleos bien cuidados de los personajes históricos que como Fernando de los Ríos, Federico García Lorca, Largo Caballero o Francisco Pi Margall reposan en el lugar.

El problema, según explicó a Europa Press Televisión el director de servicios de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid, Gabino Abánades, es que "es obligación del titular del derecho de uso de la sepultura" cuidar las lápidas y colocar los ornamentos, por lo que los administradores poco pueden hacer.

De hecho, según comentó Abánades, los responsables del cementerio lo más que pueden hacer es "escribir a los titulares para que sepan que tienen la responsabilidad de mantener el estado de la lápida en las mismas condiciones que está".

El Cementerio Civil se creó para acoger a todos aquellos que "se quitaban la vida o bien querían" ser enterrados fuera de un cementerio católico, aunque el lugar está bendecido, al igual que el cercano de La Almudena. Las primeras premisas mencionadas hicieron que este espacio adquiriera fama de ser lugar de descanso de poetas, escritores y políticos republicanos.

Sin embargo, como recordó Abánades, "desde 1975 se entierra exactamente igual, tanto a las personas de izquierdas como a las de derechas", católicas o no, y su funcionamiento se ha vuelto como el de cualquier otro.