MADRID 4 May. (EUROPA PRESS) -
Trabajadores del Ayuntamiento de Madrid se han concentrado este viernes 'vestidos de luto' para expresar su malestar por una política de recortes que, a su juicio, repercute en los derechos sociales y labores, a la vez que han criticado la situación que padecen las cuentas municipales.
La concentración ha comenzado a las 11:00 horas de este viernes y, según asistentes, ha congregado a más de 100 personas a pesar de la climatología adversa en la capital e incluso, en algunos momentos, ha reunido frente al Consistorio a casi 200 personas 'vestidas de luto', según los organizadores.
Con una pancarta central bajo el lema 'Sí a la negociación. No a los recortes laborales y sociales', los trabajadores municipales han iniciado una serie de concentraciones con la intención de repetirla cada viernes.
Las organizaciones sindicales con representación en el Ayuntamiento de Madrid han organizado esta protesta con una llamada la ciudadanía a unirse contra lo que entienden como un "deterioro institucional" que padece, a su juicio, el Consistorio.
Los asistentes han criticado en este acto que las políticas de ajuste han traído la modificación unilateral del convenio colectivo que se rubricó hace dos meses y han denunciado el alto número de altos cargos que existe en la administración municipal, con el consiguiente gasto que ello implica.
También han destacado que con esta iniciativa se hace hincapié en el impacto de unos recortes que afecta a los derechos laborales y salariales de los trabajadores y a los derechos sociales de la ciudadanía.
Después de la concentración, se ha celebrado una asamblea de trabajadores sobre las 14:00 horas para concretar las próximas actuaciones que van a desarrollar.
Los sindicatos convocantes explicaban ayer en un comunicado que esta situación es consecuencia de la "incalculable" deuda del Consistorio que se ha generado por la "pésima gestión" de los gobiernos municipales, primero de Alberto Ruiz-Gallardón y después de Ana Botella, "que han venido desarrollando con derroche y despilfarro en detrimento de los servicios públicos".
Además, señalaron que ahora, la alcaldesa Ana Botella y su equipo "quieren responsabilizar a los trabajadores del Ayuntamiento de un agujero de más 7.000 millones de euros, del cual los únicos culpables son los gestores de la Administración de este Ayuntamiento durante los últimos nueve años".
A esto, han añadido "los desmanes y derroches materializados en obras suntuosas, alquileres millonarios de despachos y oficinas, palacios al servicio de sus propios caprichos y beneficio, teléfonos móviles, coches oficiales, mayordomos personales, entre otras cosas".