MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los centros de día analizados por los técnicos de Eroski Consumer en la Comunidad de Madrid se sitúan entre los mejores del país junto a los de Alicante, Barcelona, Córdoba, Málaga y Navarra, según ha informado la empresa en un comunicado.
El análisis se ha realizado teniendo en cuenta la calidad asistencial, los servicios y la limpieza y accesibilidad de 130 centro de día, entre ellos 15 en Madrid (5 de titularidad pública, 8 concertados y 2 de gestión privada).
En la provincia de Madrid obtienen un 'muy bien' de calificación final, por encima de la media del estudio (un 'bien') y mantienen la valoración final otorgada en un estudio similar realizado por esta revista en 2006.
Por apartados, las instalaciones madrileñas lograron un 'excelente' en la calidad asistencial y en la limpieza y conservación de los edificios. En el resto de apartados (seguridad, información, servicios y accesibilidad) lograron un 'muy bien'.
En Madrid, la calidad asistencial de los 15 centros de día estudiados se valoró con un 'excelente', la mejor del estudio y muy por encima de la media del informe ('aceptable'). Y es que 13 de los 15 centros analizados disponen de un cuidador para seis ancianos. De los otros dos, en uno de ellos este índice oscilaba entre 7 y 9 ancianos por cuidador, mientras que la ratio de la otra instalación era de más de 13 ancianos por cuidador (plantilla insuficiente).
La calidad en la atención también se mide por la cobertura médica permanente del centro. Cuatro de cada cinco contaban con asistencia médica en todo momento y entre los que no lo ofrecían de esta manera (7 instalaciones), cinco habían contratado el servicio de forma puntual varios días a la semana. Por último, otra de las prestaciones asistenciales es el tratamiento fisioterapéutico y de rehabilitación: en los 15 casos consultados contaban con él.
Durante la observación, los técnicos comprobaron que la limpieza y conservación del exterior y del interior de los edificios era buena o muy buena en el 86 por ciento de los casos, las instalaciones eran lo suficientemente amplias y no había olores desagradables.
Todos los centros contaban con una entrada adaptada para personas con movilidad reducida y todos los aseos estaban correctamente adaptados. Además, todos los responsables consultados aseguraron tener un plan de emergencia conocido por la plantilla, y durante la visita se observaron medidas de seguridad como extintores, detectores de humo o fuego e iluminación de emergencia. Aunque había algunas carencias en esta materia, por ejemplo, tres centros no habían hecho simulacros de incendio en los últimos años.
En cuanto a la información proporcionada durante la visita, en un 85 por ciento de los casos fue satisfactoria y el trato fue bueno o muy bueno. En todos los centros visitados en Madrid la señalización de las diferentes estancias en el interior era clara y nada confusa. Por otro lado, los familiares también valoran la información que los profesionales de los centros les ofrecen sobre la evolución de los ancianos: en 10 de los 15 casos estudiados lo hacían por escrito a los familiares.
