MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 150 autobuses de empresas portugueses operan de forma clandestina en la Comunidad de Madrid transportando unos 400.000 viajeros, lo que está produciendo una pérdida de 60 millones de euros al sector del transporte discrecional en Madrid.
El portavoz de Autocares Independientes Discrecionales, Francisco Huertas, y expertos en esta materia han debatido hoy sobre la problemática del intrusismo y la competencia desleal en el transporte discrecional de Madrid. A la mesa redonda han asistido también el diputado regional de Cs Juan Rubio y el concejal de esta formación Bosco Labrado.
Desde esta organización se han convocado ya un calendario de movilizaciones para denunciar el "maltrato histórico" al sector por parte de las administraciones y las "absurdas restricciones" impuestas al transporte discrecional.
En su intervención, Huertas ha subrayado que "la inacción" de la
administración y el supuesto trato de favor están generando "una profunda desregulación" del transporte discrecional con la aparición y expansión de operadores clandestinos (portugueses, chinos y sudamericanos principalmente) que degradan la calidad del servicio, utilizan vehículos sin homologar, e incumplen la normativa laboral.
"Somos un sector olvidado y estamos hartos. Queremos tomar cartas sobre el asunto", ha recalcado. Así, ha detallado que hay 150 autobuses en la región que están transportando viajeros de "manera irregular", vulnerando la ley de cabotaje que regula los días en los que las empresas extranjeras de transporte pueden prestar sus servicios en otro país.
Además, ha denunciado que incumplen también las condiciones laborales que establece el convenio colectivo del transporte madrileño y que es de obligatorio cumplimiento para las empresas que operan en la Comunidad de Madrid.
Asimismo, ha cargado contra las administraciones por mantener bloqueada la renovación de los concursos y concesiones públicas de las
principales rutas nacionales que llevan décadas sin salir a concurso, lo que provoca un cada vez mayor proceso de concentración del sector en grandes en empresas.
SERVICIOS EXTRA
Respecto a la situación de las líneas regulares en el interior de la región, el sector ha criticado que "la falta de inspección y control" por parte del Consorcio Regional de Transportes hace que las empresas concesionarias de las rutas regulares, que reciben subvenciones de los ayuntamientos y la Comunidad de Madrid, realizan segundos servicios para colegios, empresas, turistas, excursiones a lo largo de su jornada de trabajo.
Esta situación les permite competir a precios por debajo de las tarifas de mercado, según la organización. En algunos casos, se puede llegar a cobrar el servicio dos veces, por un lado del Consorcio Regional de Transportes y por otro del cliente que contrata el servicio escolar, el transporte de grupos, etc.
En cuanto a la capital, según Huertas, el Bus Turístico debería operar con "total libertad y sin ninguna restricción", y no debería de haberse convocado "un concurso al no resultar un servicio esencial, respecto al servicio de Naviluz, ya que opera con una flota antigua y al margen de las exigencias de seguridad y respeto ambiental establecidas en la Ordenanza de movilidad".
Además, ha recalcado que el 'Bus Aeropuerto Express', que gestiona el Ayuntamiento de Madrid, tampoco debería de realizarse en exclusiva por la EMT, y debería ser un servicio que se prestara en libre competencia.
Ante "el abandono" por parte de la Administración, el sector considera "urgente y necesario" activar un profundo debate técnico, mediático y social, sobre la responsabilidad de la Administración en la regulación del transporte discrecional en un momento en el que los cuestiones de seguridad y de sostenibilidad ambiental, deberían de ser una prioridad para la gestión política.
Desde Ciudadanos proponen un cambio de modelo de la concesión a favor de "la globalización del servicio" y eliminar el Consorcio de Transporte, ya que, según ha afirmado Juan Rubio, "la totalidad del riesgo recae sobre la Administración". "Hay que cambiar el modelo para ser más eficientes. El problema radica en el modelo y no en la 'praxis'.