MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ha 'dado la vuelta a la tortilla" a la medida lanzada por el candidato socialista a la Alcaldía de la capital, Jaime Lissavetzky, invitándole a que proponga al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que venda edificios del patrimonio público para rebajar la deuda del Estado.
Días atrás, el también secretario de Estado para el Deporte propuso vender edificios municipales vacíos como medida para paliar los retrasos en el pago a proveedores que acumula el Gobierno de la capital, una idea que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ya puso sobre la mesa hace unos meses y que el Ayuntamiento rechazó por ser legalmente inviable.
Ante esto, el vicealcalde ha señalado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que "respeta mucho" al candidato socialista pero que a veces plantea cuestiones "acertadas y otras no" aunque cree que son los ciudadanos en las urnas los que tienen la última palabra.
Cobo ha insistido en que en los meses que quedan hasta las elecciones, su partido reconocerá los 6.000 millones de deuda que tiene el Ayuntamiento pero también mostrarán a la ciudadanía a qué se ha destinado ese dinero para que sean los vecinos los que decidan el 22 de mayo.
En este punto, el 'popular' ha dicho que si fuera por los socialistas Móstoles, la localidad no tendría Metrosur, ya que se opusieron a él en su momento. Lo mismo ha dicho de la M-30, que "la habrían dejado como hace años y habría más accidentes y atascos que ahora, además de no haberse recuperado las zonas en superficie".
"Sí es cierto que tendríamos menos deuda (sin esas inversiones) pero son los ciudadanos los que tienen que elegir. Nosotros las hicimos en época de bonanza y tenemos capacidad de devolver en 30 años esa inversión", ha defendido.
También ha pedido al candidato socialista que recuerde que vencen este año 150.000 millones de deuda del Estado, por lo que sería a Zapatero a quien le tendría que hacer la propuesta de venta de inmuebles. Irónicamente ha declarado que si el presidente del Gobierno aceptara esta iniciativa "no quedaría nada de la Administración del Estado".
Asimismo, ha opinado que Zapatero le diría a Lissavetzky que "por ahí no va la solución". "Nosotros devolveremos nuestra deuda pero, por desgracia, es más difícil que ocurra con la del Estado. España tiene capacidad de devolverla pero no Zapatero no es un gestor de confianza para devolverla en buenas condiciones", ha concluido.
