MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Comerciantes de Barceló aseguraron hoy a Europa Press que hasta hace tres meses desconocían la opción dada por el Ayuntamiento de Madrid de ser indemnizados mientras duraban las obras del mercado y acusan a la concesionaria, concretamente a la junta directiva de la asociación de comerciantes, de imponer su criterio al apostar por el mercado provisional.
Lo que el Ayuntamiento propuso a la concesionaria fue la construcción de un mercado provisional, con cargo al Plan E, mientras se demolía el actual para levantar en ese espacio uno nuevo o aceptar la indemnización por lucro cesante, esto es, pagar por la falta de actividad durante las obras, que se prolongarán durante casi dos años.
"Pero nosotros realmente nunca tuvimos esa opción porque, aunque la propuso el Ayuntamiento, la junta directiva de la asociación no nos la transmitió en ninguna asamblea y nos enteramos de eso en agosto", aseveró una portavoz de los comerciantes molestos con el inminente traslado al mercado provisional. Añadió que esa decisión, la de apostar por la indemnización o por el equipamiento temporal, "nunca se votó democráticamente ya que la junta tiró directamente por el mercado".
Las mismas fuentes aseguraron que son "cien" los enfadados con el inminente traslado pero que no todos pueden hablar "por miedo" a perder su puesto y, por lo tanto, su forma de vida.
Así se expresaban después de que el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, asegurara hoy que la "inmensa mayoría" de los comerciantes de Barceló están "satisfechos" con el proyecto, por el que en poco más de dos años conseguirán uno nuevo en el terreno donde se levanta el actual mientras que en ese periodo serán trasladados a un equipamiento provisional, y que sólo una "minoría" es la que se opone abiertamente. Cifró esa "minoría" en siete comerciantes de 104.
Y es que, según un sector de la asociación de comerciantes, claramente enfrentado a su junta directiva, muchos están en contra de cómo se están haciendo las cosas pero prefieren callarse "por miedo" y por las "buenas relaciones y contactos" que parece mantener el presidente de la junta con la Administración local.
Tienen claro que no se van a quedar de brazos cruzados y ya anuncian que se encadenarán cuando tengan que marcharse de Barceló, algo que podría ocurrir antes del 7 de diciembre. Y es que el plazo que les dio el Ayuntamiento para realizar la mudanza es de un mes pero el tiempo empezó a correr el pasado 7 de noviembre. "Sin embargo, la junta no nos ha pasado una circular hablando de fechas y nos tuvimos que enterar de la existencia de ese mes ayer, en la comisión de Urbanismo", destacan los comerciantes.
Por eso quieren retrasar el traslado, a lo que se suman las inminentes compras navideñas ya que, si se cumple el calendario del Ayuntamiento, las fiestas les pillarían en el mercado provisional que, en su opinión, no reúnen las mejores condiciones.
Y es que los puestos son claramente más pequeños, lo que llega a dificultar su trabajo, aseguran. "Incluso para pasar al puesto tenemos que hacerlo por una trampilla, algo que no todos los compañeros están en condiciones de hacer por su edad", explicó uno de los afectados a Europa Press. Otro comenta que hay fruteros que "no tienen ni una cámara de fresco".
Por todo ello reclaman una nueva dirección, con el cese de la actual, para que la venidera sea "más democrática porque la de ahora parece que es de la Edad Media".
