Comerciantes de La Cebada reclaman que la remodelación se haga "por consenso" y temen el cierre del mercado más antiguo

Actualizado: martes, 4 mayo 2010 19:56

MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

Comerciantes del mercado de La Cebada temen que el cierre sobrevuele los 260 puestos que siguen prestando servicio en la instalación municipal más antigua de la capital mientras siguen a la espera de una reforma que no llega y para la que reclaman el "consenso" de los tenderos.

Las instalaciones funcionan en régimen de concesión administrativa desde 1991 y hasta el año 2041 encargándose de ello la Cooperativa de Comerciantes. Desde ella su gestor, Jorge Asenjo, explicó a Europa Press que el resto de mercados municipales que han sido remodelados con ayudas de medianas superficies instaladas en ellos siempre han contado "con el consenso de los propios comerciantes" y "sin perder la identidad".

"Si son las mismas condiciones que se han dado en el resto de mercados serán bienvenidas porque siempre se han creado una serie de sinergias entre la mediana superficie y el mercado tradicional", argumentó Asenjo. Sin embargo, el gestor denunció que en La Cebada lo que prima es "el oscurantismo y la falta de información".

REUNIÓN CON URBANISMO

Tal es así, como aseguró, que el próximo 11 de mayo tienen una cita con el área de Urbanismo pero todavía no saben por qué les han convocado. A eso suman que desde octubre vienen solicitando una cita con el departamento que dirige Pilar Martínez, una petición repetida hasta en cuatro ocasiones, la última dirigida al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, al obtener únicamente la callada por respuesta.

En el encuentro que mantendrán con Pilar Martínez y su equipo, los comerciantes expondrán su temor a que salga adelante un proyecto "diferente al aprobado en el concurso de ideas de 2007" y que se está haciendo a sus espaldas. "Ponen siempre la excusa de la crisis pero la verdad es que desde que se convocó el concurso de ideas se han gastado en planos y dibujitos 1,5 millones de euros", criticó el gestor de La Cebada.

Fue la propia delegada Martínez la que argumentó en el Pleno de la pasada semana que el Ejecutivo municipal se decanta por la entrada de una operador privado en el actual contexto de crisis, cuyas consecuencias, como dijo, son más agudas en las corporaciones locales. "Era hacer la remodelación con recursos de un operador (privado) o con impuestos", explicó la edil.

Para conseguir ese formato más competitivo, la idea del Gobierno es mantener la titularidad pública de las instalaciones y la misma edificabilidad pero uniendo más usos al alimentario. Una vez que se modifique el Plan General para acoger estas premisas se podría poner en marcha el concurso para elegir al operador privado.

IR A UN MODELO MÁS EFICAZ

La concejala de Urbanismo sostuvo que hay que ir a un modelo más eficaz ya que el actual no funciona y todo porque los comerciantes de La Cebada viven del aparcamiento, no de sus ventas. Defendió este argumento en base a un estudio de mercado, en el que se señala que los comerciantes perciben beneficios anuales de 800.000 euros por el aparcamiento siendo los mayores ingresos los vinculados a los estacionamientos las noches de los jueves a domingo. En ese mismo estudio aparecen pérdidas por venta de alimentación.

Sin embargo, estos datos fueron rechazados de plano por la asociación de comerciantes. "La Cebada siempre ha vivido y sigue viviendo del comercio tradicional. Si se viviera del aparcamiento estaríamos todos en nuestras casas y no levantándonos a las 4 de la mañana", esgrimió.

También aprovechó para criticar que el Ayuntamiento les subió las tarifas "gracias al aparcamiento" aunque los comerciantes no cuenten con ninguna subvención municipal, sólo subsisten por la autofinanciación.

Jorge Asenjo exigió una actuación inmediata antes de que la situación vaya a más. Y es que, como relató, muchos comerciantes han tenido que dejar sus negocios y otros, ante la incertidumbre, optan por no acometer inversiones en sus establecimientos.

VICTORIA DEL "SENTIDO COMÚN"

Por su parte, la portavoz socialista de Economía en el Ayuntamiento de Madrid, Isabel Vilallonga, es de la opinión de que al final "se impondrá el sentido común y la razón y los comerciantes y vecinos saldrán victoriosos". De lo contrario, se cometería un "disparate" en el barrio. La socialista mostró su total disconformidad con proyectos que sonaron en algún momento en el Ayuntamiento, como la posibilidad de construir un aparcamiento de 1.300 plazas, "que no dejará vivir a los vecinos", y la instalación de una mediana superficie de 15.000 metros cuadrados.

Si eso se materializa supondría la muerte de los comercios tradicionales de La Cebada, además de un tremendo problema de movilidad ya que el aparcamiento podría hacer de efecto llamada por su ubicación, muy próxima a la Plaza Mayor, acabando con la imagen de barrio que aún pervive en este punto del corazón de la capital. Y mientras los vecinos reclaman plazas de aparcamiento para residentes.

Así lo expuso a Europa Press Javier Talavera, de la Asociación de Vecinos de La Latina-Centro (AVECLA). Abogan por la construcción de un aparcamiento para residentes porque consideran una "vergüenza" el colapso de la zona durante los fines de semana y convirtiendo en toda una misión imposible el dar con una plaza para dejar el coche.

CUMPLIR CON LA LEGALIDAD URBANÍSTICA

Asimismo, Vilallonga expuso a Europa Press que es esencial cumplir con la legalidad urbanística y con las ordenanzas municipales referidas a los mercados. Éstas obligan a que sólo un 25 por ciento de los metros cuadrados de terreno comercial se pueden dedicar a grandes o medianas comerciales pero con el proyecto que sobrevuela el Ayuntamiento eso no se cumpliría. Eso, de llevarse a cabo, sería una "estafa" para el pequeño comercio, denunció la edil del PSOE.

A su vez, la concejala se preguntó cómo es posible que el Gobierno local diga que no tiene dinero para acometer la remodelación de La Cebada --cuyo coste rondaría los 40 millones de euros-- "cuando llevan ya 500 gastados en el Palacio de Cibeles y a eso se suma el dineral en el alquiler de sedes municipales".

También se preguntó por qué se derribó la piscina cubierta hace dos años si ya intuían que, con la crisis amenazando, no iban a tener dinero para culminar el proyecto. "A lo mejor es porque se pretende favorecer el pelotazo urbanístico", insinuó Vilallonga.