Objetivo: recuperar flora protegida del Parque Nacional de Guadarrama

Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 6 marzo 2015 15:00

MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

Arranca un proyecto de recuperación de bosques de tejos y olmos de montaña con la plantación de varios ejemplares en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama con el objetivo de favorecer la continuidad de las masas arbóreas y crear corredores ecológicos que conecten los bosques existentes, dos especies amenazadas de la región y, por tanto, protegidas.

A los trabajos de enriquecimiento en el entorno de Navacerrada ha asistido este viernes el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, quien ha destacado que en la apuesta por conservar y mejorar el medio natural, se ha desarrollado una "intensa labor" que ha llevado a proteger el 61 por ciento de la superficie arbolada. "Nos hemos convertido en la comunidad autónoma con un mayor porcentaje de bosques protegidos, 20 puntos por encima de la media nacional", ha señalado.

De este modo, la región madrileña cuenta con la mayor superficie forestal arbolada protegida de España en términos porcentuales, con un 61 por ciento. Desde el año 2000, la superficie arbolada ha aumentado en 8.350 hectáreas de bosque, que equivalen a 67 Parques del retiro.

Esta actuación en el Parque Nacional del Guadarrama se suma a las ya acometidas, ya que en la última década ha reforestado y restaurado cerca de 13.000 hectáreas, el equivalente a siete veces la Casa de Campo, la mayoría en montes públicos. Se han utilizado para ello alrededor de 13 millones de plantas (árboles y arbustos) en 80 localizaciones distintas de la Comunidad y se han destinado a esta recuperación de masa forestal más de 35 millones de euros.

El proyecto que se inicia contempla la plantación de nuevos tejos y olmos para recuperar su área potencial y frenar el proceso de fragmentación de las masas originales, protegiéndolas de distintas agresiones y asegurando la persistencia de las comunidades; se busca igualmente recuperar la vitalidad de estos bosques para frenar su envejecimiento, que pone en peligro su capacidad regenerativa.

Las plantaciones se llevan a cabo en distintos ámbitos de Rascafría, Cercedilla, Manzanares el Real, Navacerrada, Lozoya y Navarredonda y aparte de la revisión de las tejedas existentes, tanto originales como recuperadas y comprobar el tipo de daños que ha causado en ellas la fauna.

Localizados los lugares idóneos para replantar, se han elegido árboles de entre 3 y 4 años procedentes de semillas extraídas de las poblaciones del Parque Nacional, como las del Tejo de Barondillo, el ser vivo más longevo de la Comunidad, con más de 1.500 años, y de olmedas de montaña del Parque.

SEGUIMIENTO DE NUEVOS ÁRBOLES

Según la fauna presente en el lugar reforestado, ganadera o cinegética, se colocan distintos tipos de protecciones y toda la labor de replantación se realiza con el máximo respeto al entorno, minimizando cualquier daño al suelo y a la vegetación ya existente.

Parte importante de este proyecto de fomento de las tejedas y olmedas naturales es la recogida y tratamiento de la información sobre estos bosques. Las nuevas plantaciones son inventariadas, medidas y localizadas mediante GPS y la información obtenida se incluye en el Sistema de Información Geográfica del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama para su seguimiento y evaluación de las plantaciones realizadas y de la evolución de las nuevas poblaciones incluidas en el proyecto.