La Comunidad indemnizará a un niño, con secuelas irreversibles, que tuvo que acudir a la Sanidad privada para tratarse

Actualizado: lunes, 8 enero 2007 14:04

MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenó al Servicio Madrileño de Madrid a abonar a la madre de un menor de edad la cantidad de 418.553 euros debido a que la atención prestada al niño por los servicios sanitarios públicos para tratarle la epilepsia fue defectuosa por insuficiente y tuvo que recurrir a una clínica privada, un retraso que le provocó secuelas.

Según la Asociación El Defensor del Paciente, el menor padecía esclerosis tuberosa, un enfermedad caracterizada por tumores en diversas partes del cuerpo y epilepsia, y después de tres años de tratamiento en el Hospital 12 de Octubre y San Carlos de Madrid "no se consiguió mejorar la patología del niño y por el contrario, las crisis se repitieron con más frecuencia y de forma más agresiva, con el consiguiente deterioro neurológico".

A pesar de no contar con la aprobación de los médicos de este hospital, los padres del pequeño decidieron ingresarle en una clínica privada de Barcelona, donde "intervinieron con éxito al niño", pero, como consecuencia de los meses de retraso en la operación, "el niño sufre importantes secuelas neurológicas de carácter irreversible, que le incapacitan para el aprendizaje escolar, así como una integración social y laboral", informaron desde la Asociación.

A juicio del Tribunal, que remite a la resolución de la propia Administración del 9 de agosto de 2004, "existen en la documentación clínica incorporada al expediente evidencias de la ineficacia del tratamiento farmacológico prescrito frente a la epilepsia, así como una cierta farmacorresistencia". Asimismo, indica que la decisión de la reclamante de acudir a la medicina privada "no puede calificarse de caprichosa ni rompe el nexo casual".

El juez fundamenta su decisión en que una vez la madre del paciente le traslada a la clínica Teknon de Barcelona y le operan a los siete a años y medio, el menor "no vuelve a padecer ningún tipo de crisis, teniendo una minusvalía del 67 por ciento"