MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid ha invertido 13 millones en la campaña de prevención contra incendios que desarrollan las brigadas forestales, que afecta a 1.500 hectáreas de monte en las que participan 31 equipos de trabajadores distribuidos por las diferentes zonas de actuación, según ha informado en un comunicado.
El viceconsejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid, Javier Hernández, ha visitado este jueves la finca Los Tomillares, en las proximidades de El Berrueco, donde ha comprobado el estado de estos trabajos.
Hernández, que ha estado acompañado por el director general de Protección Ciudadana, José Antonio Pérez Sánchez; y la jefa del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, Pilar Hernán Martín, ha destacado "la importante labor que se hace durante el invierno para mitigar los efectos de los hipotéticos fuegos que se puedan producir en la época de mayor riesgo como el verano".
"Estas labores de prevención son básicas para mantener el monte limpio y preparado para afrontar cualquier incidencia", ha añadido.
Los trabajos preventivos son realizados por efectivos de las brigadas forestales de la Comunidad de Madrid y supervisados por el Servicio de Incendios Forestales de la Dirección General de Protección Ciudadana.
El objetivo de estas labores es actuar sobre puntos concretos del monte, de manera que estas zonas cuidadas impidan o retrasen el avance del fuego cuando se produzca, a la vez que facilitar las labores de extinción, en su caso.
Las tareas que se están realizando consisten en el saneamiento del monte, creación y mantenimiento de áreas cortafuegos y fajas auxiliares a las pistas forestales, podas en altura y tratamientos silvícolas preventivos.
Una de las labores que se llevan a cabo en la Comunidad es la creación de fajas de seguridad en el llamado 'interface' urbano, es decir, en aquellos parajes en los que el medio natural se funde con asentamientos humanos, ya sean pueblos o urbanizaciones.
VIGILAR LOS CASCOS URBANOS
Las fajas son franjas que han de mantenerse limpias y sin maleza con el fin de separar la vegetación de las viviendas o los cascos urbanos, de tal forma que impidan la progresión de las llamas hasta las casas a la vez que facilitan la instalación de líneas de defensa en caso de que se produjera un incendio.
Una buena parte de los trabajos realizados por las brigadas forestales consiste en revisar los cortafuegos y las fajas auxiliares para mantenerlas limpias permanentemente.
Para apoyar estas labores, la Comunidad cuenta con una serie de programas en los que se utiliza diverso tipo de ganado, que es ubicado en determinadas áreas y devoran toda la vegetación existente. Así se evita el rebrote de las malas hierbas, que puede perjudicar las tareas realizadas con anterioridad.
Otros trabajos son la realización de podas, labores silvícolas, desbroce de vegetación y limpieza de la maleza acumulada. De todas ellas, destacan las podas que se realizan sobre las zonas arboladas, en donde se eliminan las ramas que llegan hasta el suelo, para que las llamas no puedan trepar por ellas.
También se podan las copas de los árboles, para dejar una separación preventiva entre ellos, de manera que los incendios no puedan propagarse de un árbol a otro.
Además, el trabajo de las brigadas forestales de la Comunidad presta especial atención a las zonas cercanas a las carreteras, con el fin de hacer zonas de seguridad, que impidan que el posible incendio que surja en las cunetas pueda llegar a alcanzar a la masa vegetal y arbórea.
La Comunidad tiene 420.493,99 hectáreas de terreno forestal, lo que supone el 52,23 por ciento de la superficie total. De ellas, más 220.000 son arboladas (un 27,46 por ciento), mientras que las desarboladas son cerca de 200.000 (24,87 por ciento).