MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 38 años de prisión a Jeromo S.M. por asesinar con un arma blanca a dos hermanos gemelos, hechos ocurridos en el 2004 tras una discusión a las puertas de un bar situado en la avenida de las Glorietas de Madrid.
La sentencia condena a Jeromo como autor de dos delitos de asesinato por los que, además de la pena de cárcel, deberá indemnizar con 180.000 euros a la mujer de una de las víctimas, y con 220.000 euros a la esposa de la otra víctima.
La resolución jurídica, a la que ha tenido acceso Europa Press, declara probado que el 23 de diciembre del 2004 el imputado y otra persona, que se encuentra en paradero desconocido, protagonizaron una discusión con los hermanos Esteban y José María L.M. en el interior de un bar y que, tras salir al exterior del establecimiento, el inculpado y la otra persona, actuando de mutuo acuerdo y con intención de quitar la vida a sus víctimas, comenzaron a agredir a ambos hermanos.
En la agresión emplearon un arma blanca con la que les asestaron sendas puñaladas en el corazón, lo que hizo que los dos gemelos, que contaban con 47 años de edad, fallecieran poco después. La sentencia, contra la que cabe interponer un recurso de apelación ante la Sala de la Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid, explica que los hechos han quedado acreditados gracias a las declaraciones de los testigos, en especial a la de un testigo protegido que presenció los hechos.
EL CONDENADO NEGÓ LOS HECHOS EN EL JUICIO
Jeromo S.M. había asegurado durante el juicio celebrado el pasado mes de septiembre en la Audiencia Provincial de Madrid que era cierto que en la noche en la que se produjeron los hechos su yerno y él estuvieron con los gemelos en un bar, pero negó ser el autor de los asesinatos, ya que, -según dijo- se marcharon del local cuando el dueño les dijo que iba a cerrar, y él y su cuñado abandonaron la zona para ir a reunirse con otros familiares.
Asimismo indicó, en esta misma vista oral, que ningún grupo de personas de etnia gitana retuvo a los dos hermanos para que se les diera un "escarmiento", como había dicho el letrado de la acusación particular, y aseveró que se había enterado de los hechos tiempo después de la muerte de los gemelos.