MADRID 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Primera Instancia número 71 de Madrid ha condenado a a un traumatólogo y a una aseguradora a indemnizar 47.291 euros a una paciente por falta de diagnóstico y tratamiento precoz en una intervención de prótesis de rodilla.
Así consta en una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que se estima en parte la demanda presentada por la afectada, cuya defensa ha corrido a cargo de 'El Defensor del Paciente'.
La paciente estuvo siendo tratada desde el 10 de Febrero de 2009 hasta el 11 de abril de 2011 por el Doctor J.F.G., ya que padecía de gonartrosis de rodilla que le impedía la deambulación. En 2008, le realizó intervención de prótesis de rodilla derecha.
Posteriormente, en mayo de 2009, la paciente fue intervenida por el mismo facultativo, realizando una artroplastia de rodilla izquierda con prótesis total, igual que en la rodilla derecha. En el transcurso de la rehabilitación la paciente sufrió dolor agudo persistente por lo que se realiza TAC en Enero de 2010 donde se objetiva una fractura en meseta tibial interna no consolidada.
Dicha fractura periprotésica se diagnosticó tardíamente, por lo que se retrasó de forma importante la posible solución al problema que se produjo, al no haberse realizado pruebas de imagen postoperatorias para confirmar la correcta colocación de la prótesis de rodilla izquierda.
Hay datos que sugieren una movilización precoz del componente tibial, a los que no se les da la importancia que tienen. No se abordó adecuadamente el tratamiento de la condropatía rotuliana. Tampoco se aborda adecuadamente el tratamiento de la pseudoartrosis tibial, proceso al que se llegó por falta de un diagnóstico precoz y de un tratamiento lo más inmediato posible.
Asimismo, el consentimiento informado realizado para esta cirugía destaca que se trata de un documento absolutamente genérico y que no explica de forma detallada las alternativas, complicaciones, riesgos y posibles secuelas.
Por otra parte la peritación caligráfica a la que fue sometida la firma de la paciente, pone de manifiesto que no es la suya.
La paciente tiene un grado total de discapacidad del 65%, con un baremo de movilidad positivo (B), sí existe dificultad. El tipo de discapacidad es física y sensorial.