MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y la asamblea del 15M de Torrejón de Ardoz han convocado una acción ciudadana para impedir un nuevo desahucio, esta vez el viernes en Torrejón de Ardoz.
En ese caso el desahucio afecta a Consuelo Lozano, que vive en el barrio San José. El juzgado Torrejón ha resuelto ejecutar el desalojo de su vivienda, sita en el número 8 de la calle Soria, a las 11 horas del día 7. Por eso, la acción de protesta comenzará a las 8 horas.
De origen ecuatoriano y con tres hijos, Consuelo y su marido compraron un piso por 227.659 euros. "Yo no quería comprar, pero la inmobiliaria nos lo puso todo muy bonito: que si no era un gasto, que adquirir una casa era una buena inversión,... En cinco días lo prepararon todo y nos dieron el crédito aunque solo presentamos cuatro facturas de mi marido, que era autónomo y trabajaba en el sector de la construcción como albañil, y el aval de mi hermano y mi cuñada. Al final Jaime, mi marido, quería y compramos el piso", ha relatado la afectada.
Apenas un año después, Jaime se quedó sin trabajo y la pareja dejó de pagar la letra del piso, ya que cobraba el único ingreso familiar son los 370 euros que cobra Consuelo por trabajar tres horas al día en una empresa de limpieza, han indicado los convocantes.
"Trataron, siempre en vano, de negociar con el banco un nuevo plan de pagos. Al principio, la letra era de 800 euros pero pronto se elevó hasta los 1.200 euros, un monto inasumible para un hogar que dependía del trabajo precario de Consuelo", han agregado.
Así, la pareja afectada ofreció al banco pagar 600 euros al mes hasta que la situación mejorase, oferta que la entidad rechazó, al igual que hizo con la solicitud de dación en pago. Finalmente, en una subasta que quedó desierta, el banco adquirió la vivienda por 115.000 euros, la misma cantidad que la familia sigue debiendo, más unos 68.000 euros en concepto de intereses de demora y costas judiciales.
Por eso, según han explicado la PAH y la asamblea de 15M de Torrejón, Consuelo envió a Ecuador a sus dos hijos varones, de 15 y 13 años respectivamente, y hace unas semanas su marido se llevó a su hija, de nueve años, al mismo lugar.
"Después de años de separaciones y tras lograr la reagrupación familiar, el hogar de Consuelo vuelve a estar dividido entre dos continentes. Esta mujer valiente, que busca por todos los medios de cancelar su deuda vitalicia con la entrega de la casa, ni siquiera se puede plantear regresar a su país, ya que, de hacerlo, la deuda recaería sobre su hermano y su pareja, sus dos avalistas", han concluido.
