El Defensor del Menor y el Consejo de la Juventud piden sensatez ante la convocatoria de un macrobotellón el día 17

La intención de echar un pulso a las instituciones, que podrían verse superadas en su capacidad de respuesta, puede originar consecuencias

Europa Press Madrid
Actualizado: viernes, 10 marzo 2006 13:21

MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, y el presidente del Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid, Juan Martínez, han hecho un llamamiento a los jóvenes y adolescentes para que no secunden la convocatoria de macrobotellón prevista para el próximo viernes, día 17, al creer ambas instituciones que, además de no colaborar en el desarrollo de patrones saludables de comportamiento y diversión para los jóvenes, podría tener consecuencias imprevisibles puesto que es imposible saber el número de jóvenes que pueden acudir.

Ambas instituciones consideran que, al impulso lúdico que puede tener la convocatoria, hay que unir una dosis de protagonismo por parte de los convocantes y la intención clara de echar un pulso a las instituciones, que podrían verse superadas en su capacidad de respuesta ante las circunstancias generadas en una concentración de este tipo, lo cual podría acarrear esas consecuencias indeseables.

Por ello, apelan a la implicación de todos para evitar que la notoriedad que se pretende conseguir haga que la situación pueda desbordarse. También padres y profesores, desde el ámbito de sus responsabilidades, deben intentar concienciar a los jóvenes y adolescentes de lo irresponsable de esta actitud.

"HACE SALTAR LAS ALARMAS"

Esta convocatoria afianza cierta tendencia a reproducir parámetros competitivos (por el número de jóvenes que pretenden concitar las distintas ciudades en las que se convoca) en el desarrollo del ocio de adolescentes y jóvenes, y, aunque no identifica en absoluto a la juventud -sólo es una parte de ella la que actúa así-, hace saltar las alarmas por lo que de repercusión social y en la convivencia ha tenido y puede tener. Evitar que se traslade una mala e injusta imagen de los jóvenes de hoy es otro motivo por el que se apela a la sensatez de decir no a ese macrobotellón.

En cualquier caso, se pide también una reflexión a los adultos sobre qué imagen del mundo estamos transmitiendo a nuestros jóvenes y adolescentes, cuando somos los primeros en buscar la notoriedad y el protagonismo por cualquier vía y no dudamos en utilizar mecanismos transgresores y fuera de las normas para lograr nuestros objetivos.

Por último, ambas instituciones señalan la necesidad de abrir cauces de reflexión con los propios jóvenes sobre las alternativas de ocio y disfrute del tiempo libre que ellos necesitarían y que ahora no encuentran para que, desde el reconocimiento de esa necesidad, las Administraciones puedan actuar creando recursos que permitan canalizar esas opciones diferentes.

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