Apoya la iniciativa de Aguirre de reforzar la disciplina y autoridad en las aulas, pero descarta que la violencia sea "generalizada"
MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, se mostró partidario de abordar con "prudencia" la posible legalización de la banda de los Latin Kings, algo que ya se formalizó en Cataluña, donde se les reconoce como asociación cultural, pero que, a su juicio, tiene un "complicado" encaje jurídico.
"Vamos a intentar analizar por qué los chicos tienen que acudir a este tipo de organizaciones, ver si encontramos alguna alternativa que les motive y, a aquellos chicos que manifiesten su intención de abandonarlas, ayudarles en la medida de lo posible, sin ninguna consecuencia para su seguridad", dijo a Europa Press Canalda, quien tomó posesión de su cargo el pasado día 13.
Cabe recordar que su antecesor, Pedro Núñez Morgades, abrió un frente de polémica con el Gobierno regional cuando se reunió a principios del pasado octubre con los dirigentes de la Organización Cultural Reyes y Reinas Latinos de Cataluña para ver si el modelo de legalización de los Latin Kings en Barcelona es posible en Madrid.
La Comunidad de Madrid, que estaba invitada a este encuentro técnico, declinó entonces asistir argumentando que componentes de estos grupos latinos, tales como Latin Kings y Ñetas, son autores de delitos y la Justicia se plantea reconocerlos como bandas organizadas.
Canalda aseguró que su postura "no es, en absoluto, de criminalización", si bien opinó que "lo razonable" sería ser cauto y observar qué ocurre en Cataluña con la banda tras su legalización pues, en todo caso, se trata de grupos "que, inicialmente, son casi predelictivos y al final acaban generando organizaciones delictivas".
En este sentido, se refirió al juicio que se sigue actualmente en la Audiencia Provincial de Madrid contra dos jóvenes pertenecientes a los 'Ñetas' acusados de matar a un Latin King en noviembre de 2004, advirtiendo que, "curiosamente, aquellos testigos que, teóricamente, iban a declarar en contra del acusado, han cambiado radicalmente su declaración con respecto a unos meses", lo que consideró un "clarísimo ejemplo" de que "hay miedo detrás" de estas bandas.
VIOLENCIA EN LAS AULAS
Por otro lado, el Defensor del Menor respaldó la iniciativa de la Consejería de Educación madrileña de elaborar una nueva norma para reforzar la disciplina y autoridad en los centros escolares, al entender que ello "va a reevaluar los derechos y deberes de los profesores y los alumnos".
A su juicio, "la educación de los menores no es sólo el papel del profesor y de los padres", sino que es una tarea "conjunta" en la que se deben "transmitir al menor valores como la tolerancia, la convivencia, el compromiso, el respeto..., principios que de alguna manera van a impregnar su actuar en el día a día y que, si en la escuela se ponen de manifiesto, lógicamente incidirán en que la violencia escolar sea mucho menor".
Canalda apostó por que, al mismo tiempo, "los profesores tienen que trabajar activamente para que los niños se sientan verdaderamente implicados y motivados en su proceso educativo".
Aunque reconoció el creciente número de denuncias sobre acoso escolar recibidas por la Oficina del Defensor del Menor -entre 2004 y 2005 se triplicaron-, Canalda insistió, no obstante, en que "no podemos pensar que es un fenómeno generalizado y hay una guerra en las aulas ni muchísimo menos".
"Es un problema preocupante, que tenemos que atajar de raíz y buscar las causas de que un niño sea violento con un compañero e incluso con un profesor, pero ser muy cuidadosos y trabajar activamente profesores y padres", insistió.
LEY DEL MENOR
Respecto a la tramitación de la Ley Penal del Menor, cuya modificación está ahora en trámite parlamentario, Canalda defendió que se haga con "el mayor consenso posible" pues ello "siempre" garantizará que sea "más fácil su aplicación".
Así, advirtió que "la ley ha sido muy contestada a lo largo de los últimos años" y que el criterio de modificarla es unánime entre todos los grupos parlamentarios, de forma que "todos ellos, sin exclusión", han pedido "un incremento de penas en aquellos delitos que son más complejos".
FRENTES DE ACCIÓN PRIORITARIOS
El Defensor del Menor, que en su investidura se mostró decidido a inyectar "savia nueva" a la institución que ahora preside, avanzó que trabajará "intensamente" para proteger a los menores frente a las nuevas tecnologías, la publicidad y los medios de comunicación, una tarea en la que piensa recabar el apoyo de padres y educadores.
En este sentido, mostró especial preocupación por el hecho de que Internet "esconde muchísimos problemas y, probablemente, adultos con intenciones nada claras" y, con respecto a la televisión, apostó por intentar que la televisión no emita contenidos no aptos para menores en ciertas franjas horarias.
Otro frente "intensivo" de acción que se marca el nuevo Defensor del Menor es el consumo de alcohol y drogas, trabajando con las administraciones para que "se siga fomentando la tolerancia cero y buscar alternativas de ocio atractivas" para adolescentes y jóvenes.
