Los agentes comprobaron que en una estancia estaba preparada para sesiones de sadomasoquismo
MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Policía Municipal ha localizado tres prostíbulos en el distrito madrileño de Arganzuela que actuaban bajo licencia de bares especiales o tabernas y en los que uno de ellos publicitaba "tríos, orgias, cine porno o noches hot dog".
En concreto, según ha informado el Cuerpo municipal en un comunicado, fueron agentes de la Unidad Integral del Distrito de Arganzuela los que realizaron inspecciones durante los días 18 y 19 de este mes donde, presuntamente, se realizaban servicios sexuales a cambio de dinero.
En concreto, en estos tres locales se encontraron habitaciones con camas o sofás, uno de ellos incluso con una habitación que además servía de cocina y almacén de productos alimenticios.
En otro de ellos se comprobó que tenía varios posters ofertando servicios como "tríos, orgias, cine porno, noche hot dog" así como diversas estancias acolchadas y una especial preparada para prácticas de sadomasoquismo.
En el tercer local inspeccionado los agentes se encontraron varias personas sentadas en la barra, quienes les comentaron a los agentes que trabajaban en el local atendiendo a los clientes y ofertando servicios sexuales.
UN ROEDOR MUERTO DENTRO DEL PROSTÍBULO
Además, en los tres se detectaron infracciones en materia higiénico-sanitaria, con suciedad y falta de aseos en las habitaciones además de falta de condiciones de insalubridad en la manipulación de alimentos.
Incluso destectaron un pequeño roedor muerto entre los armarios destinados a guardar toallas y ropa. A través de un informe, los agentes han comunicado la situación a la Junta Municipal del distrito, a efectos de que los técnicos de la misma comprueben el estado de los locales.
Recientemente la Policía Municipal de Madrid informó de que había detectado el pasado domingo 17 de diciembre un prostíbulo irregular al que se accedía por el interior de una discoteca en Arganzuela.
Los agentes revisaron las paredes y comprobaron que en una de ellas había un extraño embellecedor, que en realidad hacía de entrada encubierta a un local, en el que había pequeñas habitaciones con camas, baños, taquillas e incluso jacuzzi. Allí encontraron a una pareja. La mujer les reveló que estaba practicando servicios sexuales al hombre que acababa de salir.
