MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
Gerardo Raúl Senderowicz, el doctor de la clínica Icema acusado de un delito de homicidio imprudente en la muerte de una paciente que falleció tras someterse a una liposucción en enero de 2002, aseguró hoy ante el juez que no aplicó ninguna dosis tóxica de anestésico a la víctima quien, según dijo, se sometía a una mesoterapia, no a una liposucción.
El médico se sienta desde hoy en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid junto a su ayudante María Victoria Bonne como autores de un delito de homicidio por imprudencia profesional por el que el fiscal, la acusación particular y la popular, ésta última ejercida por la Asociación del Defensor del Paciente (ADEPA), piden para los procesados 4 años de prisión y 6 años de inhabilitación profesional.
Según el escrito de conclusiones del fiscal, el 25 de enero de 2002 la paciente Déborah Catalán acudió a la clínica Icema, regentada por Senderowicz, para someterse a una liposucción. Durante la intervención, los procesados --explica la acusación pública-- "aplicaron a la paciente una anestesia local que previamente habían elaborado mezclando sustancias anestésicas sin tener conocimiento de lo que estaban manejando ni la concentración de las mismas", por lo que estima que le inyectaron "una dosis tóxica".
"NO APLIQUÉ DOSIS TÓXICAS"
A lo largo de más de dos horas de declaración, Senderowicz explicó ante la magistrada que le juzga que Déborah Catalán acudió el día de los hechos a su clínica con el fin ser evaluada para someterse a una laserlipólisis y matizó que terminó efectuándole una sesión de mesoterapia, tratamiento que le venía siendo aplicado desde 2001 por María Victoria Bonne.
"Déborah me pidió una sesión de mesoterapia, no sin antes decirme que los pinchazos le dolían mucho. Empecé el tratamiento marcando las zonas en las que tenía que trabajar. Le puse anestésico, como mucho 40 ó 50 milímetros, y a los 10 minutos empezó a apretar con fuerza la mandíbula y a convulsionarse", detalló el encausado, quien subrayó que no aplicó a la mujer "ninguna dosis tóxica" de anestesia.
El médico apuntó que, al ver a la paciente en esa situación, solicitó a María Victoria Bonne que la sujetara por las piernas mientras él intentaba reanimarla. Señaló que en un parón de la crisis que estaba sufriendo la intervenida, la coacusada llamó al 061, cuyos efectivos llegaron cuando la paciente se encontraba "viva y estable".
"Cuando los médicos llegaron a la consulta la paciente se encontraba viva y podía haber sido recuperada. Creo que hubiera sido posible reanimarla con el desfibrilador o inyectándole adrenalina vía cardiaca", subrayó el imputado.
Finalmente, Senderowicz indicó que no considera que su actuación médica fuera la causante de la muerte de Déborah Catalán, ya que expuso que "siempre" supo lo que aplicaba en la intervención. Además, especificó que los anestésicos utilizados en los tratamientos eran preparados por una auxiliar "bajo supervisión".
BONNE ASEGURA QUE NO TOCÓ A DÉBORAH
En la sesión de hoy también prestó declaración en calidad de imputada María Victoria Bonne, ayudante del doctor, que aseguró que lo único que hizo el día de autos fue "saludar a Déborah" ya que, según advirtió, no la tocó en ningún momento.
"Ese día yo estaba en el centro médico por casualidad. Fui a consultar unos libros y sobre las 18.30 horas pasé a la consulta de Senderowicz a ver a Déborah. Ella estaba perfectamente pero de repente empezó a reírse forzadamente. Fue un instante y empezó a saltar en la camilla", manifestó.
Bonne especificó que no relacionó la "sonrisa" de la paciente con los síntomas de una intoxicación y ratificó la versión de Senderowicz al apuntar que cuando llegó el 061 la mujer tenía "actividad eléctrica", es decir, estaba viva.
La procesada también quiso dejar claro que le llamó la atención la actuación de los efectivos médicos que vinieron a atender a Déborah ya que, entre otras cosas, "se olvidaron el oxígeno en la furgoneta".
En la jornada de hoy también testificaron varios policías nacionales que realizaron la inspección ocular del lugar de los hechos. El juicio al Senderowicz y a Bonne continuará mañana a las 9.00 horas con la declaración de más testigos, entre ellos los efectivos del 061 que asistieron a Déborah Catalán.