Dos pasarelas sobre la M-40 y la R-3, adaptadas a discapacitados, conectan San Blas y Vicálvaro mediante la Cuña Verde

Actualizado: martes, 10 julio 2007 14:58

MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

Dos pasarelas peatonales y ciclistas sobre la M-40 y la R-3, accesibles para discapacitados gracias a sus rampas de acceso de baja pendiente y diseñadas por el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Leonardo Fernández Troyano, conectan desde finales del pasado mes de mayo los distritos de San Blas y Vicálvaro a través de la Cuña Verde de Vicálvaro.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que visitó hoy estas dos infraestructuras, recordó que su puesta en servicio se produjo durante la campaña para las elecciones municipales del pasado 27 de mayo pero que entonces no se realizó ningún acto oficial de apertura en coherencia con su costumbre de no realizar inauguraciones durante los períodos electorales.

La pasarela sobre la M-40 tiene una longitud de 90 metros, mientras que la que cruza la Radial-3 mide 190 metros. Ambas tienen cinco metros de ancho separados en viales que permiten el paso diferenciado de peatones y ciclistas y han sido ejecutadas en un año y siete meses gracias a una inversión de más de 4 millones de euros.

Las dos nuevas conexiones entre San Blas y Vicálvaro, que adoptan la tipología de puente colgante con tirantes rígidos, disponen de un carril bici de 753 metros que permite conectar el Anillo Verde Ciclista de la ciudad con el carril reservado para ciclistas del sector sur del parque de la Cuña Verde de Vicálvaro.

15 KILÓMETROS AL AÑO DE CARRIL BICI

Ruiz-Gallardón aprovechó la visita para reiterar su compromiso de continuar ampliando el número de carriles bicis de la capital. En este sentido, apuntó que la red crecerá a un ritmo de 15 kilómetros anuales y se realizarán varios carriles reservados para bicicletas para conectar el Anillo Verde Ciclista con diferentes distritos de la ciudad, tanto en el interior como en el exterior de la M-30.

Tras recorrer ambas pasarelas, el regidor, al que acompañaban las delegadas de Urbanismo y Vivienda y de Obras y Espacios Públicos, Pilar Martínez y Paz Gónzalez, respectivamente, explicó que la puesta en marcha de estas dos infraestructuras persigue tres objetivos.

Así, resaltó que permitirán que Vicálvaro y San Blas dejen de estar "aislados" el uno del otro, ya que se ha eliminado la "barrera" que los incomunicaba, en este caso el paso de la M-40 y la R-3 entre ambos distritos. Además, indicó que las dos pasarelas peatonales y ciclistas permiten continuar apostando por el "nuevo lenguaje de comunicación" de la ciudad, basado en la "movilidad blanda" en el que el automóvil tenga menos presencia e importancia que el peatón.

El tercer objetivo que cumplen tiene que ver con el "derecho a la belleza". El alcalde subrayó que ambas pasarelas se podían haber construido con el sistema tradicional de tubos de acero, también más barato que el empleado de puente colgante con tirantes rígidos, pero éste significa apostar por "un nuevo concepto estético" que, a su juicio, debe marcar la calidad de vida del Madrid del siglo XXI.