Emesa no tenía constancia de incidentes cuando los bomberos ya habían detectado humo en uno de los pozos de la M-30

El suceso se saldó con la muerte de dos trabajadores de la empresa de mantenimiento

Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 20 noviembre 2012 18:16

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El centro de control de la Calle 30, gestionado por la empresa Emesa, la encargada del mantenimiento de la M-30, comunicó que no tenían incidencias registradas cuando los bomberos del Ayuntamiento de Madrid ya se habían encontrado con un pozo cubierto de humo negro en el suceso que el pasado 26 de octubre acabó con la vida de dos trabajadores.

Además, los bomberos tuvieron que prohibir hasta en reiteradas ocasiones a trabajadores de Emesa que accedieran a las instalaciones que estaba siendo víctima de un incendio, como ha detallado el delegado de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Antonio de Guindos, que ha comparecido a petición propia en la comisión del área para dar cuenta de lo sucedido en los túneles de la M-30.

Allí ha explicado que la central de bomberos recibió una primera llamada de emergencia de un ciudadano a las 17.09 horas, en la que se alertaba de una papelera en llamas en la calle Valderribas. Cuando se personaron los efectivos se encontraron, sin embargo, con abundante humo negro procedente de un pozo de ventilación de la M-30, un espacio soterrado de unos cien metros de largo y 50 de ancho, con una profundidad de 35 metros.

Ante esta situación, los bomberos pidieron refuerzos al tiempo que el centro de control de la Calle 30, gestionado por la empresa Emesa, "dice que no tienen incidencias relacionadas con ese pozo". De Guindos ha asegurado que Emesa estaba trabajando en solucionar las distintas incidencias ocurridas en ese punto, en poco más de 1.500 metros.

La Policía Municipal procedió a evacuar y cortar la circulación del by-pass sur derivando a los conductores por itinerarios alternativos. El delegado ha remarcado en varias ocasiones que en todo momento hubo "plena seguridad para las personas que circulaban por la vía".

Tras la llegada de nuevos efectivos, personal de Emesa informa a los bomberos de que en el punto siniestrado hay un desnivel de seis plantas bajo rasante y que una de ellas contenía botellas de nitrógeno. A las 17.22 horas, los bomberos comprueban que se ha producido un incendio en una instalación eléctrica del primer nivel bajo rasante.

Únicamente podían acceder a la zona afectada los bomberos, según el relato de De Guindos, pero reiteradamente tuvieron que prohibir el acceso a personal de Emesa, que no llevaba la protección adecuada.

Entre las 17.58 y las 18.22 horas, tres equipos de bomberos dotados con cámaras de visión térmica inspeccionaron la zona focalizando el incendio a una zona de baterías y comprobando que las ocho botellas de nitrógeno estaban desconectadas. "No se detectó a persona ajena alguna al operativo de bomberos", ha detallado el delegado.

A las 20 horas se da por extinguido el incendio pero hay que esperar hasta las 21.15 horas para que los bomberos sean informados por el responsable de seguridad de Emesa de que no consigue localizar a dos personas de su plantilla, "a quienes se buscaba desde hacía hora y media". Se trata de un ingeniero y un encargado del mantenimiento del túnel, que conocían perfectamente las instalaciones. Se pensaban que podrían estar en el túnel sin cobertura.

En la revisión de la planta menos uno, donde se encontraban las botellas de nitrógeno, los bomberos encuentran a las 21.23 horas los dos cadáveres, ambos con chalecos reflectantes. Será el juez o la inspección de trabajo, en palabras del delegado, el que establezca qué hacían ahí esas personas, quienes "no murieron por el fuego sino por un tema de gases".

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