Escombros y asentamientos ilegales se acumulan en los terrenos de la Operación Chamartín

MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

Parte de los 3 millones de metros cuadrados que suponen los terrenos que engloba el proyecto de la Operación Chamartín acoge en la actualidad una gran acumulación de residuos, varios asentamientos ilegales y distintos descampados, todos ellos en una superficie que se encuentra junto a las vías de Renfe.

Esta zona, aledaña a los barrios de Fuencarral y Begoña, presenta un aspecto de degradación, con un polígono industrial con naves abandonadas e incluso ocupadas, y terrenos yermos que hacen las veces de aparcamientos para el propio polígono. Además, presenta problemas de movilidad por el estrechamiento de sus cruces y carriles, poco preparados para el tránsito de vehículos como camiones.

Este área se vería afectada por la Operación Chamartín, que busca prolongar el Paseo de la Castellana en más de tres kilómetros de largo, creando nuevos espacios residenciales y de oficinas, y permitiendo la comunicación entre los barrios a ambos lados de las vías gracias a la construcción de zonas verdes sobre las vías de la Renfe.

También en la zona se ubican las ermitas de San Roque y de Nuestra Señora de Lourdes, abandonadas ambas y en mal estado, en parte derrumbadas.

Los responsables del proyecto ahora conocido como Distrito Castellana Norte se reunieron el pasado mes de junio con la alcaldesa Manuela Carmena, cuando se mostraron optimistas sobre la aprobación del proyecto por el Consistorio.

Sin embargo, este viernes el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, José Manuel Calvo, ha asegurado en un desayuno informativo que la Operación Chamartín "sigue en estudio" y ha criticado "el modelo de gestión", incidiendo en que es una propuesta "poco definida porque no hay un Plan Parcial aprobado".

El plan, que afecta a más de tres millones de metros cuadrados, acogería una gran zona verde de 56 hectáreas equivalente a la mitad del Parque del Retiro, con espacios para nuevos equipamientos sociales, la construcción de 10.000 viviendas, la remodelación del Nudo Norte de la M-30, tres nuevas estaciones de Metro (con la ampliación de la línea 10 y la línea 1), dos de Cercanías y una vía ciclista de 12,8 kilómetros. El 25 por ciento del suelo se destinaría a usos ferroviarios.

Los promotores, la empresa Distrito Castellana Norte --participada en un 75,5 por ciento por BBVA y el resto por la constructora San José--, anunciaban a primeros de año que la operación se desarrollaría en veinte años, el 80 por ciento se destinaría a infraestructuras públicas y generaría más de 120.000 empleos, más sus efectos indirectos.