Extrabajadores de El Batán aseguran que las diferencias con el nuevo centro de drogodependientes son "evidentes"

El Batán
AFECTADOS POR CIERRE DE RED DE DROGODEPENDENCIA
Actualizado: jueves, 1 marzo 2012 20:03

MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

Extrabajadores de la comunidad terapéutica El Batán, que permanecen encerrados desde este miércoles por la tarde, han asegurado que las diferencias con el nuevo centro residencial de atención a la drogodependencia, que ha abierto este mismo jueves sus puertas, son "evidentes".

En declaraciones a Europa Press, una de las encerradas ha señalado que El Batán es una finca en el término municipal de Chinchón, que además de estar "rodeada por árboles, río y huertos", está compuesta por tres grandes edificios, Álamos, Batán y La Vega, en los que se reparten las diferentes plazas.

Según ha explicado, en Álamos hay nueve plazas para menores y totalmente dotado de instalaciones (aula educativa, comedor, cocina, salón, biblioteca, sala de reiki, gimnasio), profesionales (tres educadores, ocho auxiliares, trabajadora social, psicóloga, profesor) y otras actividades derivadas de otros profesionales comunes a los tres centros (escuela de padres, terapia ocupacional, servicio médico).

Por su parte, La Vega tiene capacidad para 15 usuarios adultos y con profesionales e instalaciones similares a las del edificio de Los Álamos, mientras que el tercer edificio, Batán, tiene capacidad para 32 usuarios adultos y cuenta con personal propio: cuatro educadores, nueve auxiliares, trabajadora social, y psicólogas, entre otros.

Además, ha recalcado que existían servicios comunes a los tres centros como el servicio médico (cuatro enfermeras, un médico y tres psiquiatras), servicio de cocina, de administración o transporte. "Es evidente la diferencia cualitativa y cuantitativa entre dos plantas de una clínica psiquiátrica y esto", ha añadido.

En este sentido, ha explicado que el objetivo de la comunidad terapéutica es posterior "al periodo de desintoxicación (en hospital o pisos específicos, cerrados actualmente), cuando los usuarios son derivados a la comunidad para que durante cuatro meses" se integren en la sociedad. "Hace un año las estancias eran de seis u ocho meses, pero la agencia 'consideró' que mejor cuatro", ha añadido.

Así, ha aclarado que en estas comunidades se integran "poco a poco en la vida" en común con otras personas, "para más adelante dar paso a la vida en sociedad". "Para personas que llevan años en situación de calle, con pérdida de relaciones familiares y sociales en general, en definitiva una desestructuración personal importante, es imprescindible un recurso residencial y convivencial", ha considerado.

En esto, el tratamiento tiene que ser, ha dicho, "bio-psico-social". "Tienen que adquirir hábitos saludables, mejorar la autoestima, las habilidades sociales, el trabajo terapéutico a nivel individual y grupal..., en definitiva, conseguir un nivel de autonomía que permita encauzar una vida normalizada", ha apostillado.

Algunos de los extrabajadores aseguran que la diferencia con el nuevo centro es "abismal", entre otras cosas, porque los drogodependientes pasarán de estar atendidas por unas 60 personas a tener una plantilla de 24. También afirman que en la práctica las plazas residenciales serán menos, porque en El Batán "había 56 y ahora serán 40", ha afirmado.

Estos ex trabajadores lamentan que desde la Agencia Antidroga se diga que no son empleados suyos "cuando los recursos" que utilizan sí que les corresponden; que digan que están más preocupados por sus puestos de trabajo "cuando lo que les interesa es la atención de los usuarios" y que la gerente, Almudena Pérez, de este organismo "cambie sus declaraciones, según hable con unos o con otros".