La falta de bolardos en la calle Santiago, zona de prioridad peatonal, permite el paso de coches privados, según IU

Actualizado: domingo, 15 noviembre 2009 16:35

MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

La calle Santiago, presentada por el Ayuntamiento de Madrid en 2005 como un ejemplo de zona de prioridad peatonal, es hoy zona de tránsito de coches privados y lugar de aparcamiento gratuito debido a la supresión de los bolardos hidráulicos e interfonos a través de los cuáles se controlaba el acceso sólo de residentes, denunció hoy IU.

Según esta formación, estos elementos han desaparecido porque alguien los ha quitado ya que los lugares en los que estaban han sido convenientemente tapados.

El portavoz de Movilidad de IU, Ángel Lara, pedirá explicaciones a la Concejalía en la Comisión de mañana para saber, entre otras cosas, "quién los ha quitado, la razón de esa decisión y si, en la situación actual, el concejal Pedro Calvo mantiene, como dijo en su día, que la peatonalización de una calle no es tan efectiva como la restricción al tráfico en algunas zonas".

"A las pruebas nos remitimos para reconocer que el tiempo le ha dado la razón y que la calle Santiago es un ejemplo", indicó el concejal, quien señaló que, tras un recorrido por la zona, han detectado la falta de bolardo e interfono en la calle Milaneses con Mayor y en Señores de Luzón. También falta un bolardo hidráulico en este caso en la calle Espejo.

"El resultado de ello es que los coches transitan y aparcan sin control alguno y sin tener que pagar por estacionar en las calles o en la Plaza de Santiago ya que, en teoría, es una zona peatonal", añadió, al tiempo que aseguró que si algo le provoca a IU esta irregularidad "no es en ningún caso sorpresa pues la desidia del control del tráfico privado en centro es el denominador común de la política del señor Calvo".

Así, apuntó que desde IU han denunciado "con insistencia" el uso como aparcamiento de plazas históricas de la ciudad como la de la Paja, la del Conde de Barajas o la Plazuela del Conde de Miranda o la falta de bolardos que permiten la entrada a calles peatonales "taponando" la entrada en viviendas y negocios como en Alfonso VI.