Imagen del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón
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Afirma que no subirán los impuestos aunque sí se reducirán las aportaciones a servicios impropios no esenciales

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado este jueves durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que la "discriminación" a la que el Ejecutivo central ha sometido a los ayuntamientos españoles no "impedirá" a la capital "cumplir sus objetivos" y volver a "liderar la recuperación económica" del país.

En una larga comparecencia ante los medios de comunicación tras conocer la respuesta negativa del presidente José Luis Rodríguez Zapatero a su petición de refinanciar la deuda que vence este año, el primer edil madrileño ha lamentado no haber recibido la "solidaridad" del Gobierno.

"Me hubiese gustado compartir con el Gobierno ese recorrido hacia el liderazgo de la recuperación económica de la Nación; ellos no han querido acompañarnos y lo haremos solos. Nos costará mucho más esfuerzo, pero donde queremos llegar, vamos a llegar. A los madrileños nadie nos va a impedir que alcancemos los objetivos que nos marcamos para nosotros, para la generación de nuestros hijos y, conjuntamente, para todos los españoles", ha proclamado hasta en cinco ocasiones.

A renglón seguido, ha subrayado que Madrid es responsable de una importante aportación al PIB nacional y, por ello, a la vertebración del país. "Y lo vamos a seguir haciendo", ha asegurado, recordando asimismo que "si Bruselas hubiese impuesto al Gobierno lo que el Gobierno ha impuesto a los ayuntamientos la situación para un sector inmenso de las empresas sería absolutamente insostenible".

"Si Bruselas prohibiese al Gobierno refinanciar anualmente su deuda, eso llevaría no sólo a un deterioro del tejido productivo, sino a una pérdida de puestos de trabajo insostenible. Yo deseo que nunca Bruselas aplique la receta que el Gobierno de España no se aplica a sí mismo pero sí a las corporaciones locales, porque sería una catástrofe para el país", ha afirmado.

RAZONES DEL NO

Además, ha insistido en varias ocasiones en que las corporaciones locales no pedían "más, sino lo mismo" que sí se ha autorizado para las comunidades autónomas y el Estado, y también ha remarcado que ayer no fue a la Moncloa para pedir una excepción para Madrid, sino en nombre de todos los ayuntamientos.

De hecho, incluso ha citado palabras del propio Zapatero, quien según Gallardón le dijo textualmente que "el alcalde de Madrid pide al presidente del Gobierno lo mismo que viene pidiendo a la FEMP" por lo que "no es cierta la afirmación de que el Ayuntamiento había solicitado una excepción, en absoluto".

"Cito la palabra del presidente del Gobierno, que quizá no había sido conocida por algunos de los miembros de su Gobierno, que han utilizado la expresión 'excepción', en contra de lo que me dijo el propio Zapatero y me notificó por escrito", ha añadido, en referencia a declaraciones de algunos ministros, como la titular de Economía, Elena Salgado.

Así, ha señalado que las razones dadas por el dirigente socialista para su negativa se basaban en que "las propuestas de modificaciones normativas son incompatibles con la senda de consolidación fiscal emprendida, único camino para restaurar la confianza y recuperar el crecimiento económico y la generación de empleo por lo que, en suma, no pueden aceptarse porque generaría mayor déficit de las entidades locales, poniendo en riesgo los compromisos internacionales de España".

"Son los dos elementos de argumentación que me trasladó el Gobierno, aunque desde mi punto de vista es muy difícil (que eso suceda) aplicando una norma exclusivamente al 6 por ciento de la deuda y otra distinta al 94 por ciento restante", ha considerado el regidor madrileño.

Por ello, ha rechazado "ir más lejos" en interpretaciones sobre la decisión del Ejecutivo o incluso "entrar en ese debate". "No seré yo quien entre en razones distintas. Los razonamientos que me trasladó ayer el Gobierno no hacían referencia a la situación económica de Madrid pero tampoco a razones electorales", ha añadido.

Asimismo, ha rechazado "perder un minuto más de tiempo en interpretaciones escénicas sobre la forma en que el Gobierno ha tenido a bien notificar" su decisión porque "cuando un asunto es de la gravedad (de éste) no tiene mucha importancia hacer interpretaciones escénicas".

"No me he parado a pensarlo, creo que lo importante es el fondo de la materia y la respuesta no fue positiva, fue negativa", ha zanjado, asegurando además que éste no es el momento más difícil de su carrera "ni en la parte estrictamente política ni en la de gestión".

POSIBILIDADES EN LOS PRESUPUESTOS

Y es que, tras el varapalo de ayer, ahora no queda más que "seguir pidiendo lo mismo", porque "hasta que uno no llega a Damasco puede caerse del caballo", aunque ha reconocido que "son pocas las posibilidades de que tal luz ilumine los ojos del Gobierno".

Además, ha avanzado que las cuentas de 2011, que se presentarán el próximo jueves, serán "de austeridad", pero no contemplarán "ningún incremento de la presión fiscal" sino "modificaciones en todo caso para establecer bonificaciones a los sectores más desfavorecidos".

Sin embargo, Gallardón no se ha referido a la propuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, sobre vender edificios municipales para obtener ingresos porque no conocía las declaraciones.

Con respecto a los gastos, "no se suprimirán y se intentará no reducir las inversiones productivas con retorno para Madrid", y tampoco se dejará de prestar ningún servicio impropio que "afecte, en tiempos de crisis, a los sectores más débiles", aunque sí se podrían recortar o eliminar las aportaciones a competencias de otras administraciones públicas, como por ejemplo las subvenciones al Ministerio de Exteriores para Casa Árabe o Casa América, etcétera.

Así, el esfuerzo en 2011 vendrá de que "se tardará más tiempo en alcanzar algunos objetivos" y los madrileños "se verán privados de algunas actividades no productivas", como por ejemplo, la limitación de las luces de Navidad a las zonas comerciales.

"El proyecto de presupuestos para 2011 contemplará esta situación, una vez que conocemos la ausencia de voluntad del Gobierno por acabar con la discriminación de los ayuntamientos. Y, en ese nuevo escenario, haremos una política de austeridad necesarias y las restricciones oportunas. Cumpliremos nuestros compromisos con los ciudadanos y lo haremos sabiendo que los madrileños hemos ejercido y seguimos ejerciendo nuestra solidaridad con el resto de los españoles gustosos y sin ningún discurso de balances fiscales", ha concluido.

Por último, no ha precisado qué le ha dicho el presidente del PP, Mariano Rajoy, acerca de este asunto, sino que se ha limitado a decir: "Exactamente lo que usted se imagina que el presidente de mi partido me hubiese dicho, fue exactamente lo que me dijo".

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