Gallardón dice que si fuera de número 2 en la lista al Congreso no sería más que para "ayudar" a Rajoy a ser presidente

Se muestra a disposición de su partido para "cualquier cosa que no sea incompatible" con repetir como candidato a la Alcaldía

Europa Press Madrid
Actualizado: miércoles, 22 marzo 2006 13:31

MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró hoy que cualquiera que sea su "acción política", e incluso su "hipotética" inclusión como número 2 en lista del PP al Congreso de los Diputados para las elecciones generales de 2008, "no tendría más" objetivo que "ayudar a Mariano Rajoy a ser el próximo presidente del Gobierno de España".

Durante su intervención en 'Los Desayunos de TVE', el dirigente popular dijo "querer" que "el presidente del Gobierno de España sea Mariano Rajoy", un deseo que responde a "un análisis muy profundo y muy convencido -agregó- de que es lo mejor para este país".

Así, auguró que el proyecto político de Rajoy "resolvería mejor los problemas de los españoles", pues tiene "un pensamiento político muy claro y muy rotundo pero es un hombre preocupado también por aquello que preocupa a los ciudadanos".

"Yo quiero un gobierno que esté, además de en el debate político abstracto, en lo concreto, en la realidad de los ciudadanos, y creo que la persona de todos nosotros que mejor puede liderar ese proyecto es Mariano Rajoy", insistió.

Al hilo de su reciente afirmación de que no le importaría ir tras Mariano Rajoy en la lista del PP al Congreso de los Diputados, Ruiz-Gallardón reiteró que su "compromiso" con su partido y con los ciudadanos de Madrid es volver a ser su candidato para la Alcaldía de la capital, pero que está a disposición del PP para "cualquier cosa que no sea incompatible" con ese mandato.

En otro momento de la entrevista, señaló que Rajoy es el presidente del PP, el candidato a la presidencia del Gobierno y "la persona que nos lidera a todos desde un liderazgo democrático y participativo pero absolutamente rotundo". "Es el exponente en estos momentos de la política centrista -recalcó- que se está realizando en toda Europa, no solamente en España".

Igualmente, insistió en el carácter "centrado y moderado" del PP, que es lo que lo conforma como un partido "absolutamente convencido y firme en sus convicciones y propuestas". "Si algo he aprendido a lo largo de esta vida es que, curiosamente, los más radicales, los que más gritan y menos hablan, suelen ser -advirtió- los más débiles de pensamiento, los que tienen menos convicciones, menos firmeza en sus ideas, menos valores, aquellos que, precisamente por la fragilidad, por lo endeble, por los sucesivos cambios de posturas políticas que a lo largo de su vida han tenido, le tienen mucho miedo al diálogo, a la interlocución con alguien que piensa de una forma distinta".

11-M: "QUE SE RESUELVAN LAS DUDAS"

Respecto de la polémica suscitada en el segundo aniversario de los atentados del 11-M por parte de dirigentes del PP, como Esperanza Aguirre, que acusaron al Gobierno central de poner freno a las investigaciones, Ruiz-Gallardón opinó que "ningún político debe poner jamás freno a unas investigaciones y, por supuesto, si alguno alguna vez lo hiciera indudablemente eso tendría que ser objeto de una explicación contundente".

Así, ante "una investigación de esta naturaleza", reiteró su "confianza plena en el papel del Ministerio Fiscal y del juez instructor" y pidió "claridad y transparencia". "Que se resuelvan las dudas", subrayó el alcalde de Madrid, partidario de que "no puede haber un gobierno que ni siquiera se le pase por la cabeza semejante cosa (entorpecer la investigación), porque eso sería ir en contra del propio mandato constitucional".

"Significaría -añadió- que el gobierno incurriría en una actuación que ya no sería solamente políticamente reprochable, sino que tendría que otro tipo de reproches de carácter jurídico".

Preguntado por si hay en España sitio para un partido de extrema derecha, el dirigente popular opinó que "si lo hubiera, significaría que hay españoles de extrema derecha, votantes que no están de acuerdo con el régimen democrático, con el régimen de libertades, con la Constitución de 1978".

"No sería bueno -sostiene- que hubiese una mayoría o un número suficiente de ciudadanos españoles que apostasen por rechazar la Constitución de 1978, me da igual que lo hicieran desde una extrema derecha o desde una extrema izquierda. Todo lo que sea situarse fuera del actual marco parlamentario democrático indicaría una cierta patología en el comportamiento electoral y no sería bueno de ninguna de las formas".

En este sentido, Ruiz-Gallardón planteó que "para evitar, no que se conforme ese pensamiento, pero sí determinadas actitudes que puedan rayar en la demagogia o hacer una explotación interesada de problemas que tenemos las sociedades en el siglo XXI dentro del proceso de globalización", España "tiene mucho que aprender y mucha pedagogía que hacer", teniendo presente lo ocurrido en Europa, frente a "cualquier fenómeno de xenofobia, exclusión, de marginación".

ESTATUTO DE CATALUÑA

Por último, en relación con la tramitación del estatuto de Cataluña, Ruiz-Gallardón indicó que "es un proyecto que ha sufrido muchas modificaciones y que aún las puede tener antes de convertirse en ley", pues se trata, en su opinión, de "un texto confuso, en el que no se ha hormado de ninguna de las formas un lenguaje legislativo".

Defendió que una vez el texto esté definitivamente aprobado y después de haber sido sometido a referéndum en Cataluña, si el PP piensa que "puede tener motivos de inconstitucionalidad", su "obligación" será solicitar un dictamen al Tribunal Constitucional por vía de recurso "sobre si es o no adecuado a la Constitución".

"Y ese resultado final, después del juicio que haga el TC, será el auténtico texto definitivo sobre el cual ya se podrá hacer un pronunciamiento político, pero en estos momentos tenemos que continuar esta tramitación", concluyó.

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